Cuando hablamos de
punto focal nos referimos a algún objeto o elemento que está situado en alguna habitación, y que al momento de entrar nos atrae inmediatamente la vista y nos llama la atención. Pero a la vez, forma parte integral de ese espacio. Es importante que ese objeto refleje el ambiente que se quiere crear a través de la decoración.
El lujo de los detalles
Específicamente en cada habitación o salón de una casa tratamos de colocar elementos que se integren a la decoración y hacen que el ambiente que estamos decorando se haga más placentero y estético.
Los puntos focales pueden ser: una silla, un arreglo floral, una mesita, un armario pintado a mano, etc.
Realmente decimos que el lujo está en los detalles: ellos imprimen vida, armonía y perspectiva a cualquier decorado.
Sí, en estos elementos aislados (que, a veces, colocamos fortuitamente) puede centrarse toda la suntuosidad de una pieza. Para ellos, no existen reglas: lo que a primera vista puede parecer absurdo, quizás cree en el conjunto un efecto especial.
- Los enrejados de madera que estereotipadamente empleamos en divisiones se tornan curiosamente elegantes al cubrir una pared.
- Varios jarrones con flores sobre una mesa no tienen por qué resultar repetitivos: si combinamos bien sus diseños, el resultado es excelente.
- Una consola y un espejo de elegante marco forman una bella y tradicional combinación.
- Los cuadros y sillas distribuidos simétricamente a los lados, logran completar el encanto del rincón.
Un aire especial en pequeños espacios
Cualquier rincón es bueno para reunir algunos detalles que contribuirán a iluminar la totalidad del ambiente.
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El edredón de la cama, por ejemplo, es un elemento que ofrece un toque romántico especial a la decoración del cuarto. Los hay rústicos, muy copados.
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El enrejado de madera que adorna la cabecera y el propio techo de la habitación refuerzan aún más la delicadeza del mueble, al mismo tiempo que incrementan la calidez y la intimidad de la habitación.
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El detalle de las flores se repite una y otra vez sin resultar agobiante.
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En los cuadros que cuelgan de la pared, en las enredaderas que suben a través de las columnas de un jardín, en los hermosos arreglos que se hallan sobre las mesitas de luz, y hasta en el florero que se refleja en el espejo… y con su presencia, la naturaleza queda estrechamente unida a nuestra intimidad, de una manera sencilla y elegante
Reciclando un rinconcito olvidado
Gracias a los detalles podemos también llegar a transformar un rincón olvidado y aparentemente no funcional en un sitio especialmente útil y atractivo.
Un secreter antiguo colocado en ese ángulo donde se encuentran dos paredes, combinado con una gran cesta de mimbre repleta de flores secas y unos cuadros que armonicen con las pinturas del viejo mueble, hacen esplendoroso un espacio que pudo haber pasado inadvertido.
La porcelana y el arte oriental son accesorios clásicos cuyo encanto nunca se extingue. Colocados en el sitio exacto, pueden llegar a convertirse en el centro de atención. Además, puedes aprovechar que todo lo que provenga de Asia está muy de moda, y los lugares para comprar los elementos (nuevos o usados) abundan.
Anímate a crear ese punto focal, un lugar especial del salón en el que todas las miradas convergerán, inevitablemente
Fuente: Mujer Bonita
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