En el idioma del desocupado, lamentablemente tan usado hoy en día, el Currículum Vitae es la llave que posiblemente abra la cerradura del trabajo, y si bien hoy en día, muchos piensan que esa llave ya no existe, hay casos probados de personas que, con las mismas aptitudes que otras, sobresalen por saber armar con criterio adecuado su Currículum Vitae.
Cuando un empleador recurra a la pila de Curriculums que ha juntado para encontrar a la persona que cumpla con la tarea requerida en ese momento, se preguntará antes que nada cuál de todas esas carpetas que tiene en su escritorio refleja la prolijidad, eficiencia y claridad buscadas.
Para poder mostrarse en forma adecuada en un Currículum Vitae es necesario poner toda la información en una estructura perfectamente prolija y elegante.
Nombre y apellido, dirección, dos o mas teléfonos, edad, nacionalidad, estado civil, y todos las formas de contacto posible, son los datos personales necesarios en una buena presentación.
La experiencia laboral es la forma de mostrar al empleador los conocimientos en el puesto y el progreso que se tuvo a través del tiempo.
Siempre es bueno mostrar un avance en la calidad del trabajo, por más incongruencia que encierre la experiencia respecto del trabajo buscado.
Y para organizar esta información, es esencial hacerlo cronológicamente y con detalles tales como: empresa donde se desarrolló la tarea, período en el que se lo hizo, y función y cargo que se ocuparon, por más que nada tengan que ver con la aspiración actual.
La estructura estética a que se hacía mención anteriormente puede ser de fácil solución para aquellos usuarios del procesador de textos de Windows, Word, que ofrece una gran variedad de estilos de Curriculums perfectamente adaptables a las pretensiones de quienes buscan la seriedad en la presentación, y que ven en él la primera imagen del postulante antes de la entrevista personal.
Es fundamental, también, incluir los estudios cursados y el instituto donde se desarrollaron los mismos. Primario, secundario, terciario, universitario, carreras de postgrados, cursos, y cualquier tipo de conocimiento que pueda influir en la consideración de la persona que está leyendo el Currículum, y que lo induzca a inclinarse hacia él, por encima de los otros -en general muchos- con los que compite.
Una vez armado el mismo, queda la presentación que, si es con la intención de buscar algo no muy especifico, puede realizarse por intermedio de consultoras que los distribuyen en empresas y agencias, posibles fuentes laborales.
Un efectivo Currículum Vitae puede ser la llave que abra la cerradura del trabajo, y en definitiva el puente que cruce el amplio mar de la desocupación en donde muchas personas siguen nadando.
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