Conociendo el calendario celta

Según los científicos, el calendario celta tenía una gran exactitud para medir el tiempo, e incluso sus teorías de la creación del mundo concuerdan asombrosamente con la narrada en Génesis. Conozca sus fundamentos, y por qué los celtas creían que en los contrastes estaba la energía de vida.

Existen aún muchas
preguntas con respecto a que se representaba y a cual era el uso práctico del
calendario utilizado por los celtas. Con respecto a esto, hay tres escuelas
principales de ideas. Estas tres teorías intentan ofrecernos una mejor
comprensión del calendario céltico. Utilizar el término “calendario céltico” es
algo inexacto, pues fueron los druidas lo primeros en mantener un calendario.

 Uno de las creencias más
aceptadas, sostiene que el año fue dividido en trece meses, con un día adicional
en el final del año, usado para ajustar el calendario. Esta teoría indica que
los meses corresponden a las vocales del Ogham o del Arbol del Alfabeto Céltico.
Para cada uno de los meses había un árbol asociado. De estos árboles emergió la
rueda de calendario.


 
La mayoría de los
arqueólogos e historiadores aceptan otro calendario, que está representado por
los fragmentos sobrevivientes de una gran placa de bronce, el Calendario
Coligny, que midió originalmente 5 pies por 3-1/2 pies. Esta placa, encontrada
en el este de Francia, fue grabada en una lengua similar al galés, en letras y
números de estilo Romano. Representa un sistema de tiempo mantenido por meses
lunares, mostrando sesenta y dos meses consecutivos, con dos meses adicionales
insertados para emparejar el horario solar. Parecen haber trabajado con un ciclo
de tiempo 19 años, o 235 meses lunares, y tenía solamente un error de medio día.
 

La tercera escuela de
pensamiento, es una combinación de los otros dos. Los autores de esta última
teoría creen que el primer calendario es previo al del Coligny descubierto.
Proviene de los escritores antiguos, y se enseña que los celtas debían haber
contado por noches y no días, y fijar los cumpleaños, los años nuevos, y la luna
nueva y con una medida de cálculo basada en las diferentes noches. Plinio
atribuye esta forma de medir el tiempo específicamente a los druidas, diciendo
que para ellos la luna era el punto de medida de sus meses y años, así como
también sus “edades” (saeculi) de treinta años.


 La filosofía céltica 

La antigua filosofía
céltica creía que la existencia se presentaba entre la interacción de los
contrarios, como la oscuridad y la luz, la noche y el día, el frío y el calor,
la muerte y la vida, y que el paso de años era la alternación de los períodos
oscuros (invierno, que comenzaba el primero de noviembre) y los períodos de luz
(verano, que comenzaba el primero de mayo).

 Los druidas creían que la
tierra estaba oscura en su principio, pero a esa noche la precedió un día, y al
invierno le precedió el verano. Esta visión concuerda, llamativamente, con la
historia de la creación en Génesis, e incluso con la teoría del Big Bang.

 Así, el primero de
noviembre era el día del Año Nuevo para los celtas, y este mismo año era
dividido en cuatro ciclos principales. Sin embargo, el inicio de cada ciclo era
observado con convenientes rituales que incluían banquetes y sacrificios, ya que
se estaba en presencia de una Interacción, fuente de vida y energía.