Andar en bicicleta es una
de las actividades más agradables que se pueden realizar al aire libre en una
ciudad. Tanto si se realiza esta práctica de forma amateur como en competencias
deportivas, usted debe saber que tendrá que un magnífico tiempo de ejercitación,
tanto aeróbico como muscular, y que se podrá disfrutar de un gran paseo.
Sin embargo, esta
práctica no está exento de riegos, sobre todo en la ciudad, y de hecho se
considera una de las más peligrosas entre los deportes más comúnmente
practicados. Por eso, aquí le ofrecemos algunas sugerencias sobre cómo
permanecer seguro y prevenirse de los problemas más comunes, lo cual lo ayudará
a disfrutar mucho más de esta actividad.
Veamos entonces cuales
son las áreas claves que podrían generar posibles problemas y peligros, y como
cuidarse se las mismas para poder pedalear a salvo.
Robos
Para prevenirse de los
robos, debería salir bien temprano por la mañana, para no regresar a su casa en
un horario nocturno, el cual suelen aprovechar los ladrones para poder
sustraerle la bici sin que otra gente se de cuenta. Asimismo, nunca debería
pasar por pasar calles o callejones oscuros o desconocidos: si se enfrenta a uno
de estos, desvíese hasta la primera avenida paralela.
Al estacionar su
bicicleta, ate la misma con una cadena cementada. Tenga en cuenta por más
gruesas que sean las cadenas, las mismas podrían ser cortadas con algún elemento
especial (que muchos ladrones suelen llevar, incluso en camionetas), por lo que
una cadena cementada, será su mejor opción.
Si es abordado por los
ladrones, no dude en entregarle la bicicleta: su pérdida será mínima comparada
con el daño, tanto físico como emocional, que los mismos podrían provocarle si
ejercitan la violencia frente a su negativa.
Casco
Es muy importante
recordar que absolutamente siempre que se anda en bici, en superficies
asfaltadas pero también en las naturales, es necesario llevar un casco. La mayor
parte de las heridas (algunas de ellas fatales) que sufren los ciclistas en
algunos de sus accidente, se podrían haber evitado o podrían haber sido
aminoradas si estas personas hubieran llevado un casco.
Asegúrese de comprar un
casco que le quepa correctamente, y no dude en evacuar todas sus dudas
consultando a un profesional en ciclismo para saber que tipo de casco es el más
apropiada para su cabeza y para las superficies por donde suele andar. Un casco
apropiado no debería moverse mucho en su cabeza y cubrirle una gran parte de su
frente, nuca, y a ambos lados de la cabeza, para proporcionarle una cobertura
adecuada.
Si por cualquier razón
usted sufre un accidente mientras lleva su casco, asegúrese de reemplazar ese
casco en las nuevas salidas que realice. La mayoría de los cascos tienen un
diseñó cuya estructura les permite soportar solo un golpe fuerte. Luego de este
golpe, su calidad suele reducirse, por lo que brindan una menor seguridad.
Los cascos son la primera
línea de defensa contra muchos tipos de accidentes. Esto es así por que la
cabeza es el área del cuerpo que más fácilmente se puede dañar en oportunidad de
un accidente.
Accidentes de camino y de recorrido
La mejor forma de
prevenir accidentes, es evaluando profundamente cada área de la ruta que va a
tomar, para detectar que recorridos y caminos tienen mayores peligros, y actuar
en consecuencia para evitar sufrir caídas o lesiones. De cualquier manera, el
casco siempre será fundamental para la seguridad general.
Cuando se habla de los
peligros del recorrido, se habla de tener un mayor cuidado con el tráfico, así
como también con los problemas del camino. El tráfico en la ciudad, tanto de
coches como de peatones, y otros ciclistas, es un obstáculo a tener presente
constantemente, que debería conocer bien antes de salir al ruedo. Una clave
fundamental en este punto, es que cuando llegue a cualquier cruce o
intersección, deberá mirar atentamente si no viene ningún auto por la otra calle
u otros caminos de entrada. Un auto cruzando su línea de dirección, podría ser
fatal si usted no tiene suficiente tiempo para frenar.
En tanto, los problemas
de camino se pueden definir simplemente como los hoyos, cascotes, alcantarilla,
pendientes, u otros ítems que podrían torcer el rumbo de las ruedas de su
bicicleta, de forma tal que podrían provocarle un accidente. Durante el pedaleo,
esté muy atento de todos estos obstáculos, así como también de las piedras y
otros artículos que pueda haber en el medio del camino, para asegurarse de
permanecer seguro a bordo de su bicicleta, y prevenirse de cualquier posible
peligro.
Carreras ciclísticas
Es muy común que en las
ciudades se organicen carreras ciclísticas, Y de hecho, el ciclismo es uno de
los deportes más agradables para practicar, tanto de forma amateur para lograr
un buen estado físico como en competencia. Sin embargo, si bien en el ciclismo
recreativo o como ejercicio físico, se pueden encontrar algunos peligros, esto
se profundiza en las competencias. Por ejemplo, es difícil que entre amateurs se
choquen con las bicis, o se golpeen sus cuerpos o pedales con otros ciclistas
que corren al lado.
Por eso, si no se posee
mucha experiencia en salidas ciclistas, sumarse a una carrera de ciclistas
podría ser una opción peligrosa, ya que deberá andar a alta velocidad en medio
de varios otros ciclistas. Por lo tanto, debería evitar participar en estas
competencias hasta el momento de haber ganado una buena experiencia en sus
salidas “callejeras”.
Y cuando esté listo para
hacerlo, trate de mantener siempre en su recorrido un espacio que le permite
moverse de lugar hacia cualquier costado, por si debe parar en caso de alguna
emergencia imprevista. Tener éste área al lado suyo le dará cierta libertad del
movimientos para efectuar alguna maniobra, sin chocar ninguna bici, si encuentra
algún peligros en el camino o bien debe enfrentarse a ciclistas inexpertos que
puedan crearle un peligro a su persona.
El ciclismo urbano es un
deporte muy agradable y divertido, y si está interesado en él, no debería tener
ningún temor en tomar parte del mismo. Teniendo en cuenta estas sugerencias,
podrá estar muy asegurado contra cualquier peligro, y no habrá ninguna
justificación para que deje de gozar de esta sana, recreativa, y divertida
actividad física.