¿Por
qué a la mayoría de las mujeres se las llama “histéricas?”
¿Será porque en la vida cotidiana nos topamos con sensaciones y
comportamientos que hacen ver que las mujeres son así?.
Pero ¿sabemos en realidad lo que significa el “histeriqueo”?
Esta
palabra se puso de moda para mostrar esa necesidad que algunas mujeres tienen de
hacerse ver, de llamar la atención del otro pero sin llegar a la relación
sexual.
Pero,
en realidad, todos los seres humanos -hombres y mujeres- desde que nacen crecen
dependiendo de la mirada de alguien que les “diga” que son queridos y que
merecen serlo. Esta necesidad, que se adquiere desde muy pequeño, se desarrolla
de forma particular en la mayoría de las mujeres.
Pero
no solo en materia sexual se ve esta reacción, también en cuestiones
cotidianas, como por ejemplo alguien que espera el bus y lo deja pasar porque
está un poco lleno, y luego se queja de que el siguiente tarda demasiado.
Como
diría el famoso psicoanalista Jaques Lacan: “armar todo para quedar
insatisfecho”.
Obviamente,
el histeriqueo se vuelve más palpable en las maneras de seducir que tienen
tanto hombres como mujeres. La seducción es lo que mantiene viva a la pareja,
pero cuando ésta se torna histérica, o no se lo que están haciendo es poner
en escena su inseguridad.
Muchos
ejemplos se pueden citar, desde las personas que no llaman por teléfono
esperando la reacción del otro, hasta dar lugar a alguien para que avance y, al
llegar al punto máximo y decirle que no. Todo esto demuestra cierta histeria.
Armar escenas para ser admirados/as y observados por los demás, provocar a la
otra persona con determinados comportamientos -haciéndole creer que es sí
cuando lo que queremos en realidad es no-, avanzar hasta cierto punto para luego
retroceder, etc. son todos comportamientos de una persona histérica. Sobre todo
cuando sólo tratan de llamar la atención, y se ponen en víctimas.
La pregunta, en este punto, es ¿cómo salir de esto?
Si uno convive o trata con una persona histérica, al darse cuenta de esto lo
mejor es no darles importancia, minimizarlos, no entrar en ese juego que
ellos/as proponen.
Todos
estos comportamientos al final llevan a un desgaste físico y mental tanto para
la persona que es seducida como para la persona que seduce.
Las
conductas histéricas llevan al sufrimiento. Por eso es recomendable, para
aquellas personas que se reconocen en esta descripción, tratar el tema con un
terapeuta para que lo ayude a llegar a los contenidos más profundos del
inconsciente, para que ese comportamiento histérico no se vuelva a repetir, y
evitar que se transforme en una enfermedad crónica e incurable.
Siempre se está a tiempo para cambiar y lograr que ese comportamiento no altere
nuestras vidas, tanto en lo sentimental como en lo cotidiano.
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