Pensamientos secretos de los hombres sobre las mujeres

Aquí vamos a decir de una vez por todas las cosas que queremos que ellas sepan pero que no nos atrevemos a decir, tal vez por respeto, tal vez por miedo... ¡ seguramente por miedo !

Productos de baño

¿Para qué necesitan todas esa cosas? “Así estás hermosa, amor”, intentamos decirles pero ellas siguen apilando frascos, pomadas, cajas, más frascos, algodones, cremas de enjuague, crema para las manos, para las uñas, para el cuerpo y para el rostro, esencias, tres shampoos diferentes (“porque el pelo se acostumbra”), máquina de depilar, pinza de depilar y ya nos cansamos de sólo nombrarlas. 

Cada vez que nos lavamos los dientes frente al espejo nos damos cuenta de que sólo el cepillo de dientes es nuestro, todo lo demás es de ella. 

 

Las compras

Aunque a muchos hombres les gusta comprar ropa tanto como a ellas, sólo ellas pueden arrastrarnos toda una tarde por varias locaciones para probarse innumerables prendas y pedirnos que opinemos sobre cada una de ellas. 

Además no debemos olvidar cómo le quedaba la prenda número 37 porque sino no podremos compararla con la prenda 73 y ella dirá que “no le prestamos atención” y “para qué la acompañamos” y cuando respondemos “por que me lo pediste” ella se ofenderá aún más. 

Debe recordar decir sólo “Ésta te queda mejor, amor”. No importa si en realidad es así, debe dar su opinión si no quiere que ella se ofenda y la salida se prolongue por otras tres horas. Y nunca, pero nunca le diga que se ve gorda con una prenda. 

 

Amor, qué te parece si…

 

¿Por qué esta frase siempre llega en el momento menos oportuno? Es cierto que muchas veces tienen que ser ellas las que inician las conversaciones necesarias para hacer los cambios que exige la convivencia. 

Es cierto que si fuera por nosotros, no cambiaríamos nada y trataríamos de vivir lo mejor posible con las cosas tal como están. 
Es cierto que necesitamos que ellas nos hablen, pero ¿por qué siempre después del sexo, por qué mientras vemos la final del campeonato o cuando estamos viendo la película que hemos esperado toda la semana? 

 

Hora de dormir

Un poco de lugar, por favor. A todos nos gusta ser abrazados y sentirnos queridos pero no a lo largo de toda la noche. A veces con un calor insoportable ellas se cuelgan a nuestros cuellos y por no querer incomodarlas no les decimos que se aparten, que necesitamos lugar para dormir. 

Entonces sufrimos de calor hasta que por fin podemos quedarnos dormidos y entonces suena el despertador, ellas frescas y descansadas, nosotros ojerosos y con la sensación de que no hemos dormido ni dos horas. 

Ni hablar de los días de inviernos cuando sus manos y pies parecen salidos del congelador y ellas insisten en calentarlas con nuestros cuerpos. Y si no se los permitimos es porque no las queremos. 

 

El llanto

Claro, ellas saben algo que nosotros no terminamos de aceptar. Llorar te hace sentir mejor. Nosotros, salvo que tengamos una fractura expuesta o que nos haya pasado algo realmente malo y doloroso no soltamos ni una lágrima. 

En cambio, ellas son capaces de llorar dos o tres veces al día, y la mitad de las veces por algo que vieron en la televisión. Se siente tan bien llorar que a veces parecen adictas a ello. 

Además saben el poder que tienen sobre nosotros con un poco de lágrimas. Si vemos a la mujer que amamos llorar somos capaces de hacer lo que nunca haríamos por nosotros mismos. 

Y cuando lloran por teléfono… No hay sensación más angustiante que oírlas llorar por teléfono. Y ellas lo saben. 

 

Cuestionarios

¿Alguna vez vio a su mujer leyendo esas revistas para mujeres durante todo el día y riéndose sin explicarnos por qué se ríe?. 

Son los famosos cuestionarios que las califican, predicen acontecimientos y les dicen cosas sobre nosotros, sus hombres, sólo con responder algunas preguntas sobre sexo, menstruación o nuestras fechas de nacimiento. 

Son uno de los principales entretenimientos de las mujeres en la oficina. Se las puede ver a la hora del almuerzo reunidas alrededor de una de ellas que ha traído una de esas revistas a la oficina y la lee para las demás. 

 

Zapatos

¿Qué tiene con los zapatos? Si sólo tenemos dos pies, cómo es que guardan diez, veinte pares de zapatos. 
Además, debemos reconocerlo, ¿cuándo fue la última vez que se fijó en los pies de una mujer? 

Si comprarse zapatos fuera algo que hacen por que les gusta sería respetable, pero podemos sospechar que lo hacen para mostrar a las demás mujeres los zapatos que se han comprado. Es un competencia silenciosa y perpetua. Cada mujer contra todas las demás. 

 

Reuniones familiares

 

Es cierto que cuando es nuestra familia la que se reúne no tenemos ningún problema pero cuando es la familia de ella el rechazo llega de inmediato. 

Si fuéramos personas razonables, podríamos pensar que a ellas les pasa exactamente lo mismo. Pero… ¿cómo puede ser posible si nuestra familia siempre es tan amena y la de ella tan molesta?. 

Además, ese padre que siempre parece estar conspirando para que algo malo nos suceda. Lo siglos se han sucedido y las respuestas aún no han llegado. 

 

Ejercicios

Yoga, Tae Bo, step, todas esas horas de ejercicios junto a esos trainers que le dicen qué deben hacer y le hacen saber qué lindas se ven hoy mientras nosotros debemos esperarlas en casa. 

“Para qué tanto ejercicio amor, si así estás hermosa”, nunca podremos entender por qué una frase tan sentida y cariñosa puede provocar tanto rencor en nuestras mujeres. 

¿Qué hacen en el gimnasio? ¿Conforman una secta para desacreditarnos? Y después llega esa frase: “Querido, ¿por qué no venís conmigo?” 

 

Ricky Martin y Brad Pitt

Aunque no quieran reconocerlo las mujeres pueden ser tan superficiales como nosotros. A veces nos acusan de sólo buscar un buen cuerpo y que poco nos interesa ver cómo son en realidad las rubias que nos encanta mirar por televisión. 

Pero ellas conservan esa adolescente que se enamora de los tipos que cantan en las notas más altas y bailan en los videos, o los otros que se preocupan por el color de su pelo y por pasar la mitad del día en el gimnasio, características que pocos hombres -al menos pocos hombres heterosexuales- tienen. 

Sólo es necesario rascar la superficie para darnos cuenta de que es sólo envidia lo que sentimos. Pero nunca vamos a decirlo. 

 

Espiritualidad y energía

En la vida de toda mujer se llega al momento en que exploran esta rama de la cultura. Comienzan por leer los horóscopos, luego clases de yoga y entonces comienzan a buscar todo aquello que esté relacionado con el Feng Shui, el Reiki y todas esas cosas que nosotros nunca llegaremos a entender. 

Y es imposible que digamos nada al respecto porque luego salen con que somos prejuiciosos y cerrados. Ignorantes e insensibles. Y entonces vuelven a su programa de televisión. 

 

Telenovelas

Debemos ser sinceros. No es tanta la adicción que tienen las mujeres a las telenovelas. Al menos no las mujeres con las que nos gustaría compartir nuestras vidas. 

De todas formas, sí miran sus programas y sí se ven atraídas con facilidad por las series. Pero no significan un problema mayor en la relación. Incluso puede llegar a ser de los momentos que pueden compartirse. 

 

Bebidas que sólo ellas toman

Bebidas de mujer. Existen bebidas que son universales, otras que sólo se beben en ciertas culturas y otras que sólo las mujeres pueden beber. 

El cosmopolitan es un trago que se puso de moda con la serie Sex and The City y que parece que se ha convertido en todo un símbolo de la mujer y su lucha por su independencia. De todas formas ese trago no es nada especial: vodka, frutilla, limón y azúcar a gusto. Todo bien batido y listo.

 

Ciertos cafés y tés son la versión diurna del cosmopolitan. Capuccino, mocaccino, tés digestivos, podemos verlas a toda hora tomando estas bebidas en los bares y cafeterías. 

Nosotros, mientras tanto, seguimos fieles al café -a veces un cortado-, un buen vino, y la cerveza. 

 

Salidas con amigas

“Salgo a tomar un café con las chicas”, si su mujer ha dicho esto dé por seguro que hablarán de usted y, sólo si tiene suerte, de algún otro pobre tipo.  

 

Mini-perros

Esos pequeños animales hiperquinéticos que no dejan de moverse y que reciben más mimos que nosotros. 

¿Por qué la naturaleza los hizo con la forma y el tamaño perfecto para patearlos? Están hechos para tentarnos y para probar nuestra voluntad de resistencia a un placer tan cercano. 

En cambio un perro normal, algo que pueda diferenciarse de un roedor, es un perro digno de nuestra casa. Pero no, ellas siempre ganan y ese ratones se sientan en nuestro sillón preferido cuando queremos ver un partido, no nos dejan dormir y luego saltan en la cama para despertarnos y siempre, siempre, ladran o rascan la puerto cuando estamos a punto de recibir nuestro merecido sexo. 

¿Y para qué le compran esas remeras? ¿No ven que vienen con la ropa de fábrica? Y luego llega ese día en que nos dicen que el perro está estresado, que necesita ayudo profesional. 

 

Los musicales

¿Qué quieren decirnos estas obras? ¿Sólo esa frase que repiten una y otra vez durante dos horas? No puede ser. Debe haber algo más. Pero no, no hay nada más, es sólo eso. 

Entonces ¿por qué no lo hacen en diez minutos para que no perdamos tanto tiempo? Tal vez ellas lo sepan. De todas formas todos hemos visto uno o dos musicales en nuestra carrera por conquistarlas. 
Y, claro, dijimos que nos había encantado. Y así es como ahora debemos ver uno cada mes. 

 

La ropa interior de la abuela

Cómo nos gustaría deshacernos de esa ropa interior gigante que cubren más que un pantalón de gimnasia y que dejan todo el trabajo a nuestra imaginación. 

Pero no, solemos decir que preferimos que ellas estén cómodas, que se sientan bien con ellas mismas, que buscamos la belleza interior. Cuando en realidad queremos que usen esas tangas que les quedan tan bien y que nos recuerdan qué sexy es nuestra mujer. 

Lo mejor que se puede hacer es comprarles la ropa interior que queremos que usen y hacer un hermoso obsequio con unas flores, de esta forma todos salimos ganando. 

 

Obsequios de diseñadores

Cuando una mujer dice que quiere regalar algo especial a una amiga y menciona algo de diseñador quiere decir que está dispuesta a gastar mucho dinero por algo que puede comprarse en una ferretería. 

Toda esta moda de regalar “conceptos” y no “objetos” hizo que los precios de los regalos se multiplicaran por diez. Una lámpara junto a una piedra que recogieron del parque, discos viejos de vinilo pegados a un gran cartón, carteles de viejas publicidades, ropa que uno no sabe dónde es arriba y dónde abajo. De pequeños todos éramos grandes diseñadores. 

 

Salir a bailar

Es algo que todo hombre ha hecho porque es ahí donde se encuentran las mujeres. Pero una vez que ya se ha conocido a una mujer y se está en pareja, ¿cuál es la necesidad de volver a pasar por esa tortura? 

Asistir a esos lugares donde ofrecen bebidas horribles y diluidas, donde todo el mundo posa para parecer cool y moderno, donde la música jamás es la que uno quiere escuchar y donde nuestras mujeres siempre insisten que bailemos con ellas cuando en realidad nunca nos gustó bailar. 

Pero al final aceptamos, aunque seamos unos bailarines horribles, porque sabemos que si no somos nosotros alguien más las sacará a bailar. Entonces es cuando la única solución que queda es beber más de esas bebidas aguadas. 

 

Día de San Valentín

Todos sabemos que es un día que las mujeres han inventado. Si no veamos qué se regala en este día tan especial: flores y, con algo de suerte, chocolates. 

¿Y qué es lo que nosotros recibimos? Con algo simbólico nos conformaríamos, un buen vino, algo. Pero no. En el día de los enamorados los hombres no recibimos nada. Cero. 

Y además de esta injusticia debemos hacer las reservas para un restaurante que nunca tendrá la mesa que pedimos. Y pobre de usted si se olvida de este evento tan significativo. Un par de días de mal humor y de un ambiente tenso, sin contar con que no habrá sexo para nadie por un buen tiempo. 

 

Las ensaladas

Uno ha preparado una noche maravillosa, con cena a la luz de las velas en un restaurante que impresiona y un cocinero que probablemente es el mejor de la ciudad. Tuvo que valerse de sus contactos para conseguir la mesa que ha conseguido, y ahora debe algunos favores. 

Pero cuando llega la hora de hacer el pedido a ese mozo impecable ella dice “Una ensalada, por favor”. ¿Para qué van a un restaurante si piensan ordenar una ensalada? “Y para beber…” el mozo se queda esperando. Y cuando ella dice “Para mí, agua, por favor”, entonces es cuando nosotros pedimos un buen vino y decidimos que nos tomaremos toda la botella si la noche sigue así. 

 

La decoración

¿Para qué necesitan tantas cosas? ¿Para qué dedican tantas horas de su vida mirando vidrieras con platos, estantes, adornos, cortinas, percheros, ceniceros, saleros y esa infinita variedad de cosas inútiles?. 

Si fuera por nosotros tendríamos un colchón extendido sobre el piso, un televisor, algunos cubiertos, un par de platos y no mucho más. Jamás nos detendríamos a pensar en que el salero blanco queda mejor que uno de vidrio, o que la cortina debe ser blanca, lisa, sin ningún dibujo. 

Y agradezcan si de vez en cuando ordenamos un poco para que se pueda transitar libremente por los cuartos. 

 

Conclusión

Gracias a Dios, hemos comprobado que los hombres y mujeres somos diferentes y que esas diferencias devienen de -y tal vez definen- la naturaleza de los géneros. 
Algunas diferencias se complementan para elevar un plano de existencia, digamos el plano sexual, mientras que otras diferencias crean una confusión tal que las personas suelen resolverla contrayendo matrimonio. 

A veces estas diferencias se expresan en conflictos a lo largo de la relación pero es posible, si los dos son inteligentes, sentarse a disfrutar una cena y ser felices por el solo hecho de compartir algo con alguien querido.

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