Muy
pocas veces el dolor de espalda es producto de un accidente o de una grave
enfermedad.
La
mayoría de las lesiones se deben a efectos acumulativos de meses e incluso años,
de posturas incorrectas, de una mecánica corporal errónea, de hábitos de vida
y un ritmo de trabajo estresante.
La
pérdida de fuerza y de flexibilidad, junto a una falta de actividad física
predisponen a las personas a sufrir problemas en su columna vertebral.
Es importante tener un
concepto fundamental : las lesiones de la espalda comienzan a desarrollarse
mucho antes de que esta duela por primera vez.
Muchas personas piensan que
la espalda se daña solamente al levantar objetos.
Hoy en día, se sabe que
sentarse en forma incorrecta o pararse encorvado puede provocar tanta tensión
como levantar objetos.
Esto ocurre si se adoptan
estas posturas durante tiempos prolongados sin cambiar de posición o sin
moverse.
La clave para tener una
espalda sana es mantener la
columna correctamente equilibrada.
La columna vertebral de un
animal, por ejemplo un perro, soporta el peso como una viga. Por el contrario,
la espalda de un ser humano, lo hace como un pilar.
Cada vez que nos paramos o
nos sentamos, la espalda trabaja en contra de la gravedad para sostener una
estructura superior pesada.
El aumento del peso corporal
aumenta el peso de esta estructura y genera mayor tensión a toda la espalda.
Para ayudar a amortiguar
esta tensión, la columna de los seres humanos tiene cuatro curvaturas suaves
que le permiten distribuir el peso en las diferentes estructuras.
Si su espalda es encorvada,
plana, con la cabeza hacia adelante o si pasa mucho tiempo en posiciones
viciosas, la columna no se encuentra en un equilibrio natural.
Durante muchos años los médicos
trataban las lesiones de la espalda con medicamentos, reposo absoluto y limitación
posterior de la actividad física.
El seguimiento a largo plazo
de estos pacientes demostró resultados muy pobres con recidivas de los dolores.
En la actualidad esta
situación está modificándose y la
mayoría de los profesionales acepta la idea de que la actividad física
regulada y controlada es beneficiosa para tratar una gran cantidad de problemas
de columna.
La pregunta que surge es: ¿cómo
puedo prevenir los problemas de espalda?
Los siguientes son algunos
puntos importantes:
1) Controle la buena postura en forma diaria y no realice esfuerzos en mala
posición.
2) Siga un programa de ejercicios físicos controlados e indicados por un
kinesiólogo.
3) Evite el sobrepeso consultando a su médico.
4) Controle la tensión excesiva mediante técnicas de relajación y/o
consulta psicológica.
5) Trate de tener un descanso adecuado diario.
Estas consideraciones muy
generales merecen que Ud. les preste atención ya que el dolor de espalda
continuo puede condicionar su vida laboral y familiar.
