Los adolescentes siempre tienen una buena excusa

¿Su hijo adolescente tiene una buena excusa para todo lo que hace, aún herirlo a usted o a sus hermanos, no aprobar en la escuela, etc., etc...?

Esta buena excusa por lo
general se relaciona con una
intención “positiva”, que es la que conduce su comportamiento. Por ello, el
comportamiento negativo no cambiará hasta que la intención “positiva” haya sido
reconocida y satisfecha de alguna manera.

 

Hay dos cosas básicas que
usted necesita creer antes de que empiece a tratar de imaginar qué está pasando
con el comportamiento de su hijo.

 

Primero debe creer que
tenemos una buena intención detrás de cada comportamiento. Esto ciertamente
ayudará en el proceso de determinar qué intención positiva está tratando de
satisfacer su hijo.

 

Usted puede simular e
intentar engañarlo, pero los adolescentes generalmente tienen un inmejorable
olfato para este tipo de emboscadas emocionales.

 

También debe creer que el
significado de su comunicación es la respuesta que usted recibe.

 

Por ejemplo, si a usted no
le gusta la respuesta que le da su hijo entonces debe querer cambiar el método
de comunicación hasta conseguir lo que quiere.

 

A continuación, algunos
lineamientos de un proceso básico para comunicarse mejor:

 

1.
Sea un aliado

 

Debe descubrir la intención
positiva de su hijo. Esto requiere que se comunique de una manera positiva o él
cerrará la puerta. En cualquier comunicación con su hijo adolescente, él o ella
tiene cuatro opciones posibles.

 

Puede verlo como un aliado y
abrirse, puede estar a la defensiva, retirarse o contraatacar. Su primer desafío
es aproximarse de manera que usted obtenga la primera respuesta. Por eso es que
no puede acusar, juzgar, criticar o atribuir una comunicación negativa al
comportamiento o a la comunicación.

 

Usted no debe ser
percibido como el enemigo. En cambio es un aliado y ellos necesitan creer que
usted piensa que ellos son buenas personas, están separados de su comportamiento
y usted está para trabajar con ellos.

 

2.
Encuentre la intención positiva

 

Para encontrar la intención
-a menudo inconsciente- positiva, puede ponerse a usted mismo en los zapatos del
adolescente o hablar con ellos para conseguir una respuesta a las siguientes
preguntas:

 

– ¿Qué hace este
comportamiento por mí (o por ti)? ,o

– ¿Cómo me beneficia este
comportamiento (o a ti)? ,o

– ¿Qué quiero (quiere) que
pase cuando yo (tú) me comporto así?

 

A menudo hay varias
intenciones positivas que encajan unas en otras. Una vez que ha solicitado la
respuesta, sígala con la misma pregunta:”¿Y qué hace eso por ti?” Siga
preguntándose lo mismo para cada intención hasta que piense que tiene una idea
de lo que es su intención, razón o propósito positivo.

 

3.-
Compruébelo …

 

Una vez que sepa cuál es el
propósito que hay detrás del comportamiento, compruebe esto
preguntándoles:”Entonces, ¿lo qué realmente querías al (comportamiento) era
(intención positiva)?”

 

4.-
Ahora que lo sabe…

 

Una vez que piensa que sabe
la intención positiva detrás del comportamiento, actúe como si fuera verdad.
Dígale que aprecia el hecho de que estén tratando de hacer algo positivo y
ofrezca ayuda de la manera que pueda.

 

Comente el hecho de que esta
intención es ciertamente más consistente con el tipo de persona que él es, mucho
más que el comportamiento negativo. Trabaje para llegar a un nuevo
comportamiento que es consistente con el tipo de persona que es y que va a
satisfacer su intención positiva.

 

Pero, ¿cómo funciona esto en la vida real?

Un ejemplo: José ha interrumpido en la habitación de su
hermana, tomado el dinero que ella ha estado ahorrando y ha salido con sus
amigos. Por un lado usted cree que siempre hay una razón detrás de todo lo que
hacemos, pero por otro está absolutamente furioso con él.

 

Concédase tiempo para
calmarse antes de tratar de descubrir qué intención positiva está detrás de su
comportamiento. Tiene que distanciarse del incidente y volverse un observador.
Una vez que sea capaz de cambiar a modo observador, es tiempo de interceptar a
José.

 

Comience exponiendo los
hechos de una manera coloquial. ”Sé que fuiste a la habitación de Beatriz y te
apropiaste de sus ahorros. Eso es algo bastante inusual, ¿no crees? ¿Qué bien te
hizo a ti tomar su dinero?”.

 

Observe que usted no le
preguntó por qué lo hizo. Esa sería una pregunta que siempre obtiene un ”no lo
sé” como respuesta.

 

Pero ante otro tipo de
planteos, se puede contestar algo así como ”Quería salir con mis amigos y no
tenía nada de dinero”.

 

Entonces usted responde: ”¿Y
cómo te hace sentir salir con tus amigos?”. “Me hace sentir como parte de un
grupo”.”¿Qué es ser parte de un grupo para ti?”. “Me hace sentir menos
perdedor”.

 

Usted probablemente se dé
cuenta ahora de que José se siente un perdedor y que tomó el dinero de Beatriz
para ser parte de un grupo y consecuentemente sentirse mejor consigo mismo.

 

Luego
compruébelo preguntando:”¿Tomaste el dinero de Beatriz, pudiste ser parte del
grupo y no te sentiste un perdedor?”

 

Si nota que esto impacta
sobre el adolescente entonces siga con algo así como ”Aprecio que estés tratando
de hacer algo contigo mismo y esto es consistente con el José que yo conozco.

 

¿Qué más podemos hacer para
que te sientas más como parte de un grupo o que te sientas mejor y no hieras a
nadie más?” Esperemos que esto abra un diálogo entre usted y José.

 

El comportamiento todavía
necesita ser manejado y Beatriz necesita la restitución. Ahora que los dos están
relacionados es un buen momento para comenzar a pensar las maneras de
restituirle a Beatriz su dinero.

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