Los tiempos han cambiado y
la mujer moderna, al prepararse para un oficio o una profesión, no cuenta con
todo el tiempo que necesitaría para aprender a coser, tejer o bordar. Estas
artes formaban antes parte de la educación que recibía toda mujer.
Hoy, cuando esta tiene que
estudiar matemática, química o contabilidad, pasando en el colegio o en la
universidad cuatro, seis o más horas diarias, el mundo de sus “labores” se
reduce, en muchos casos, a poner un botón o zurcir una media.
Sin embargo, cuando los años
de estudio quedan atrás y la mujer se convierte en ama de casa, encontrara que
estos quehaceres todavía pueden aprenderse, sin gran esfuerzo. Más aun: vale la
pena hacerlo, pues se convertirán frutos útiles economizándole dinero.
LA COSTURA:
Lo ideal es reunirse con dos o tres amigas y comenzar a tomar clases con una
profesora. No tienen que ser diarias. Bastará con dos o tres veces por semana.
Si no puede hacerlo, empiece a aprender sola.
Compre un patrón para una falda o vestido bien sencillo y siga las instrucciones
al pie de la letra. Necesitará una maquina de coser con sus accesorios, que
quizás alguien pueda prestarle. Cualquier amiga o familiar le explicara los
términos de costura que usted no entienda y la guiará en sus primeros pasos, que
deben limitarse a cosas muy simples.
TEJIDO Y LABORES DE CROCHET
(GANCHILLO): En
el tejido propiamente dicho, se emplean dos agujetas de punta, mientras que el
ganchillo o crochet requiere una de gancho. Esencialmente, se trata de arreglar
el estambre en hileras de puntadas. Los horizontes que el tejido ofrece son casi
ilimitados.
Puede comenzar por artículos muy simples, como estrellitas
individuales para la mesa de comer o pañitos para asir las ollas calientes en su
cocina. A medida que vaya dándose cuenta de la infinita variedad de creaciones
personalísimas que pueden salir de sus manos, esta actividad tan femenina la
cautivara.
BORDADO:
Esta labor se hace con aguja
e hilo en telas de lino, algodón u otras similares. También pueden aprenderse
bordados especiales (de ovillo de estambre) para hacer en forros y colgaduras.
La aguja de bordar tiene un ojo mucho mas grande que la de coser, ya que los
hilos para el bordado viene en espesores muy diversos.
Las puntadas básicas se
pueden aprender, con diagramas, en cualquier libro sencillo de bordado para
principiantes. Muchas tiendas le venderán, junto con los materiales que
necesita, hojas sueltas con diagramas e instrucción muy fáciles de seguir.
El
bordado tiene más de 300 puntadas diferentes, pero no es imprescindible
aprenderlas todas. Solo con dominar varias de ellas, usted podrá hacer mil
trabajos caseros, incluyendo cubrecama y manteles
HECHURA DE COLCHAS:
No tan extendida como
las labores precedentes. Sin embargo, todavía se encuentran buenos libros de
patrones. No se extrañe de encontrar alguna vieja edición en los anaqueles de
la biblioteca familiar, en casa de sus padres, suegros o abuelos.
Las colchas
pueden hacerse de varias maneras diferentes. Las de retazos, muy decorativas y
alegres, se hacen con infinidad de pedacitos de telas de diversos colores. Las
bordadas llevan un refuerzo posterior de tela lisa, que respalda la colcha en
toda su extensión.
Una pieza de guata (de algodón o dacron) va entre el refuerzo
posterior y la tela bordada exterior. Las aplicaciones (appliquée) se hacen
cortando una pieza de tela de acuerdo a un patrón o diseño determinado,
reforzándola luego con otro material.
PUNTO DE AGUA:
También de hace con aguja e hilo. Se dan las puntadas sobre una tela de cáñamo.
El tamaño de la malla determinara el que tendrán las puntadas. Estas pueden ser
pequeñas (petit point) o grandes (gros point).
Así, con estambres muy doble
para alfombras, generalmente se usan cinco puntadas de la malla por pulgada, y
hasta 20 o mas en artículos mas pequeños (o en los grandes, si los grandes, si
lo que se quiere es hacer resaltar los detalles).
Mientras más fina sea la malla
de la tela, mas se destacaran estos. Los espacios en la malla se llenan con
punto medio cruzado. Las piezas de la tela de cáñamo pueden comprarse con el
diseño ya hecho de modo que usted solo tiene que completar el fondo, o puede
adquirir las ya teñidas y complementar el dibujo que desee hacer.
HECHURA DE ALFOMBRAS:
No pretenda comenzar por una que cubra todo el piso de una habitación. Ensaye
con una chica, suelta. Hay tres métodos básicos: trencillas, ganchillos y
crochet.
Aunque estos dos últimos términos generalmente se usan como sinónimos,
existe entre ellos una pequeña diferencia al tratarse de alfombras. Las de
trencillas se hacen con tela trenzada de lana, cuyos bordes se cosen unidos
para formar grandes óvalos o círculos.
Las de ganchillos pueden hacerse con
tirillas de lana muy estrechas, o con estambre pesado y doble. La labor de
gancho, propiamente dicha, se hace desde el lado derecho, jalando la gasa con la
aguja de ganchillo.
También puede hacerse desde atrás, con una aguja automática,
operada por una manivela, que va moviéndose a lo largo de la alfombra estirada
en un bastidor de bordar grande.
Las de crochet pueden hacerse con diferentes
estambres, hilos o tirillas de tela, casi siempre en algodón o lana. Opte por
patrón de puntadas muy sencillas.
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