Leptospira
Nunca
hice ejercicio, no puedo empezar ahora.
Falso.
Se puede comenzar a hacer
ejercicio a cualquier edad. De hecho, mucha gente lo
hace cuando los hijos ya son más grandes y no necesitan tanta atención e,
incluso, cuando se jubilan.
Sólo
hace falta prestar atención a lo que el cuerpo nos “dice”. Correr 10 kilómetros
la primera vez puede ser mucho, pero eso no implica que no pueda empezar con un
kilómetro, o una cuadra.
Y
ni siquiera hace falta correr el kilómetro seguido. Puede hacer medio km. por
la mañana y otro medio por la tarde.
O
puede caminar en lugar de correr, o buscar otro tipo de actividad en el que se
sienta más cómodo o le resulte más agradable.
¡Busque
algún tipo de actividad física que no lo aburra! (para eso existen los
televisores en los gimnasios).
No
haga lo que está de moda o lo que todos hacen. Haga lo que le resulte mejor a
usted.
Peso
lo mismo que cuando estaba en la secundaria. No necesito hacer ejercicio
Falso.
No siempre mantener el peso equivale a estar en forma.
La
aptitud física depende de la composición corporal, resistencia
cardiorrespiratoria, fuerza muscular, resistencia muscular y flexibilidad.
El
peso sólo sirve para dar una idea de sólo uno de estos factores, la
composición
corporal.
La
relación entre grasa y músculo aumenta con la edad.
Cierto,
pero sólo en términos generales.
En
realidad, es imposible determinar cuánto de este incremento se debe a los
efectos de la edad y cuánto depende de la disminución de la masa muscular que
acompaña a la falta de actividad física.
La
gente de mediana edad que sigue haciendo actividad física tiene un cuerpo mucho
más magro que quienes son más sedentarios, pero aún así tiende a engordar un
poco.
Por
lo tanto, no alcanza con el ejercicio o la práctica deportiva y es necesario
cuidar la ingesta de calorías.
Con
la edad, el cuerpo declina.
Como
el vaso a medio llenar, depende de cómo se lo mire.
Algunas
funciones corporales tiene su pico a los veinte años, y otras a los treinta.
Como
en el caso del peso, es difícil determinar si la declinación se debe a la edad
o al sedentarismo.
Sin
embargo una cosa es clara: los deportistas parecen capaces de retardar el
proceso de envejecimiento mejor que los sedentarios.
El
ejercicio regular, que previene la acumulación del exceso de grasa y mantiene
un óptimo funcionamiento cardiorrespiratorio, protege de las enfermedades
asociadas con la edad.
Después
de cierta edad, el ejercicio ya no mejora nada.
Falso.
Es mejor comenzar de joven y no interrumpir, pero también es mejor comenzar
ahora que más tarde o nunca.
Cualquier
actividad física regular que comience será beneficiosa, pero no puede esperar
mejorar tan rápido como una persona de menor edad, ni alcanzar el estado que
tenia cuando era joven.
Antes
de comenzar, hay que tomar precauciones.
Cierto.
Antes de comenzar, debe consultar al medico y hacerse todos los estudios que el
profesional considere necesarios.
Comience
despacio, no trate de recuperar el tiempo perdido en una tarde.
Si
no guarda este recaudo, no sólo corre el riesgo de lastimarse, sino que el
discomfort resultante puede hacerlo descorazonarse y hacerlo abandonar antes de
comenzar.