La mejor forma de saberlo es controlando tu frecuencia de ritmo cardíaco (número de pulsaciones por minuto). Éste no es el mismo para todo el mundo, depende de la edad y del estado de forma física.
Sin embargo, la fórmula más recomendada para saber la frecuencia cardiaca con la que debes trabajar para que tu entrenamiento te resulte beneficioso y además te permita quemar grasa es la siguiente:
A. (220 – edad) x 0,6 = Número mínimo de pulsaciones por minuto que debes tener al realizar tu ejercicio aeróbico.
B.(220 – edad) x 0,85 = Número máximo de pulsaciones por minuto que debes tener al realizar tu ejercicio aeróbico.
Todo lo que esté dentro de este margen, entre el número mínimo y el máximo, se denomina "zona de ejercicio cardiaca deseada".
Hacer ejercicio dentro de esta zona te permitirá quemar más calorías y lograr mejor rendimiento al mejorar tu capacidad cardiovascular.
Utilizar un pulsómetro durante tu actividad física te permitirá conocer en cada instante cuál es tu pulso y si te mueves dentro de la "zona deseada". De lo contrario, te lo advertirá con un aviso sonoro.
Si el pulso es demasiado bajo, tu sistema cardiovascular no se estará esforzando lo suficiente, y si es demasiado alto, puede ser perjudicial y puedes entrar en la franja de trabajo anaeróbico (sin oxígeno).
Para medir tu pulso cardiaco puedes hacerlo a la "antigua" contando el número de pulsaciones en el pulso de la muñeca durante 10 segundos y multiplicando la cifra que te dé por 6.
Sin embargo, la mejor manera de medir tu ritmo cardiaco durante el ejercicio es utilizando un Medidor de Ritmo Cardíaco (MRC) o pulsómetro, que proporciona tus pulsaciones de forma automática durante todo el tiempo de ejercicio.
Fuente: RedFitness
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