1) No intentes cambiar tu esencia por iniciarte en reiki. Preocúpate y ocúpate eso sí, de tu salud.
Escoge tus alimentos de acuerdo a tus preferencias y a tu salud. No serás mas ni menos espiritual por vestir siempre de blanco, ponerte una sotana, un turbante comer solo lechuga y recitar el Om en el paseo Ahumada. Con el respeto que cada una de estas prácticas merece, deben sintonizar con lo tuyo, con lo que es natural para ti.
Como modelo saludable de vida es conveniente escoger alimentos naturales y frescos, disminuir las grasas, alimentos artificiales y aumentar la ingesta de vitaminas, agua y fibras. Es importante eso si, bendecir tus alimentos y purificarlos, mas aun cuando no han sido tus manos quienes lo prepararon.
Agradece a todos aquellos que intervinieron en el proceso y aplica reiki a tus alimentos. Experimenta y prueba los alimentos y el agua antes y después de Reiki y verás que hay diferencia.
2) Después de la iniciación y durante el tiempo de sanación (21 días) es importante buscar espacios de tranquilidad para aumentar el poder de la autosanación.
Bríndate tratamientos de Reiki todos los días durante éste periodo y observa como reacciona tu cuerpo, tu mente, tu emoción y tu alma.
Puedes dar reiki a otros en éste periodo, sin embargo mi consejo es que inicies el trabajo en ti. Muchos dejaron pasar una buena oportunidad para su sanación personal preocupándose por los demás. Si aprovechas bien ésta oportunidad mas adelante podrás ayudar mejor.
Mas adelante, aunque estés iniciada(o) todos nos cansamos y a veces es recomendable que sea otro terapeuta que nos trate. Ten presente que esa posibilidad está ahí para que la tomes.
3) Usa tus herramientas: Durante éste sendero aparecen junto con reiki (que es ya una enorme caja de herramientas) otras más, que se unen a todas tus virtudes. Usa estas nuevas herramientas en tu proceso personal. No dejes que tu mente frene tu aprendizaje.
4) Descubre y disfruta tus cambios: Habrán muchos que te dirán “estás diferente, cambiado(a)” ¡bien!!!!. Ten siempre presente que si los cambios te acomodan : son tuyos! Usa tu intuición que es tu herramienta mas acertada en la decisión.
Aumenta (sin exagerar!) la actividad física cuando tu cuerpo lo pida. Duerme lo que necesites en la medida que puedas respeta tus horarios. Busca esos “intereses enterrados” y sácalos a la luz (arte, música, etc.)
5) Evita dar reiki a personas con gran necesidad energética en el nivel I (cáncer, anemia, depresiones). En estos casos podrías agotarte fácil y rápidamente.
6) Comparte con tus amigos y familia durante tu periodo de sanación. Estamos llamados a trabajar en el mundo real de hoy. Nadie te pide que seas la perfección espiritual. No nos aislemos.
Aclárales a tus amigos y familia que ocurren cambios en ti y que puedes requerir más privacidad o que puedes estar más emocional. ¡Date permiso!.
No intentes adoctrinar a quienes te rodean. Respeta la libertad que todos tenemos de decidir el camino a seguir.
A veces, debido al proceso interno sentido como grandes cambios, puede haber grandes crisis de parejas. Por eso te recomiendo si fuera posible, no tomes decisiones cuando tu interior esta trabajando intensamente y sientes una tormenta de sentimientos. Es probablemente mejor que esperes a que la tormenta “amaine” y elaborar bien el proceso.
7) Haz un hábito diario. Un ritual propio de equilibrio diario mediante Reiki, usando los pilares Reiki ( gassho, reiji ho) repasando los principios Reiki y armonizando tus chakras.
Es conveniente hacerlo al inicio del día, para que cargues tus pilas para el día que comienza, pero puedes hacerlo en otro horario que sea adecuado para ti.
Ejercita diariamente la gratitud. Por tus “herramientas de fabrica” y por tus “herramientas adquiridas”
8) Continúa estudiando de acuerdo a tus inquietudes. Usa tu discernimiento para escoger. No todo lo que te recomiendan, por muy aventajado que sea quien lo hace, puede que no sea lo que tú necesariamente necesitas en ese momento.
9) Nunca olvides que eres un canal de energía Divina y como tal los resultados no dependen de ti. Has tu trabajo lo mejor posible, pero siempre ten presente que los resultados también dependen de otros factores, como el propio paciente.
No prometas curaciones milagrosas. Nunca recomiendes a un paciente abandonar o cambiar sus terapias médicas.
Hay veces en que la “enfermedad” está ahí para contribuir en el despertar del otro o también puede haber adquirido la enfermedad y preferir quedarse con ella, usándola como una herramienta adquirida para evitar responsabilidades o tomar decisiones desagradables y soportar sus consecuencias
MUCHA SUERTE Y QUE DISFRUTES DE LA LUZ SANADORA Y PURIFICADORA DE REIKI
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