Internet y nuevas tecnologías: su impacto en los planes de mercadeo

Los profesionales que quieren mantener el liderazgo tienen que analizar y entender permanentemente cómo las alternativas tecnológicas benefician a las empresas...

En los últimos años hemos sido testigos de cómo la tecnología ha ido cambiando nuestro estilo de vida.

Los profesionales que quieren mantener el liderazgo tienen que analizar y entender permanentemente cómo las alternativas tecnológicas benefician a las empresas en cuanto al impacto del correcto uso y la aplicación de la tecnología para lograr que sus planes de mercadeo sean exitosos.                    

Sabemos muy bien que si deseamos mantenernos en el liderazgo tenemos que: 

                          Ofrecer una mejor calidad de servicio, lo que se refleja en una mayor competitividad y un mejor posicionamiento de los productos o servicios que ofrezcamos en el mercado.

                          Proporcionar un acceso más rápido a la información.

                          Centralizar la información (los datos) a fin de acelerar la toma de decisiones por parte de los directivos.

                          Establecer estructuras más productivas a través de las aplicaciones cliente-servidor.

                          Abrir la información a clientes, socios y proveedores a fin de integrar los procesos más eficaces en un solo equipo.

                          Incrementar el nivel de competitividad y penetración de mercado.                                                           

Estamos frente a desafíos increíbles que con la ayuda de la tecnología podríamos lograr. Oportunidades únicas para alcanzar el éxito. Sin embargo, es importante que nos formulemos las siguientes preguntas:

¿Hacia dónde vamos en nuestra vida profesional? ¿Dónde nos veremos dentro de cinco, diez o veinte años? ¿Estamos seguros de que lo que estamos haciendo hoy nos servirá para alcanzar nuestras metas en la vida?

Como líderes, ¿tenemos una visión de vida? ¿Qué es lo que queremos lograr? ¿Por qué y para qué lograrlo? ¿Cómo y cuándo lograrlo? 

Un líder que tiene visión de vida tiene una dirección para vivir. Todos los líderes exitosos cuentan con una visión de lo que deben llevar a cabo.

Esa visión llega a ser la motivación que se esconde detrás de cada esfuerzo diario y la fuerza que los empuja a través de todos los problemas a los que se enfrenten.

Todos los grandes líderes poseen dos cosas: saben adónde van y pueden persuadir a otros de que los sigan.

Reflexionemos sobre los siguientes ejemplos de líderes exitosos: 

·         Thomas Edison fue vendedor de periódicos en los trenes.

·         Andrew Carnegie cuando comenzó a trabajar cobraba $4.00 al mes.

·         John D. Rockefeller tenía un salario de $6.00 a la semana.

·         Demóstenes, el más grande orador del mundo antiguo, ¡tartamudeaba! La primera vez que trató de dar un discurso, las risas le obligaron a dejar la tribuna.

·         Julio César era epiléptico.

·         Napoleón nació en un hogar pobre. Era de padres humildes y estaba muy lejos de haber nacido genio (ocupaba el cuadragésimo sexto lugar en su grupo de la academia militar, integrado por sesenta y cinco alumnos).

·         Beethoven fue sordo, como Thomas Edison. Charles Dickens era cojo, también lo fue Haendel. Homero era ciego; Platón, jorobado; sir Walter Scott estaba paralizado.                           

¿Qué es lo que les dio a estos grandes hombres la fuerza para sobreponerse a sus graves problemas y tener éxito? Tenían un sueño interior. Ellos ahora son líderes en la historia porque tuvieron una visión de vida.  

En términos generales, la visión es "ver más allá, por encima de todas las cosas".

Es imaginarse y poner en marcha la idea adelantada, comenzar desde pequeñas cosas hasta lograr alcanzar el éxito para ayudar sobresalir a otros.

El hombre está dotado para remontarse al futuro, vivir el presente y volver hacia atrás y recordar la historia para poder construir.

 

Ahora la pregunta del millón: ¿Cómo escribir una visión exitosa?

 

Quiero invitarte a tomar papel y lápiz, y a que busques un lugar cómodo y dispongas de un tiempo especial para ti. Tu futuro de éxito puede empezar con el tiempo que te dediques hoy.

 

1) Evaluación de tu vida hasta el presente. Pinta un cuadro de tu vida con la siguiente guía:

 

1)      Mayores triunfos y satisfacciones.

2)      Tus costumbres personales, familiares y laborales.

3)      Principales metas y sueños, cumplidos y por cumplir.

4)      Logros significativos y resultados satisfactorios.

5)      Prioridades, correctas e incorrectas.

6)      Fracasos y lecciones aprendidas.

7)      Temores, dudas y presiones del pasado, el presente y el futuro.

8)      Cualquier otro punto que te parezca importante. 

Sé equilibrado. Sé humilde. Usa “la regla del 80/20”: 80% del espacio para reflexiones positivas y 20% para áreas que hay que mejorar.  

2) Descubre un propósito en tu vida. Deberías reflejar primero el tipo de persona que quieres llegar a ser y luego, si lo deseas, lo que quieres hacer.

Contesta a las grandes preguntas de la vida, no tanto lo que hago hoy, sino “¿Por qué existo?”, “¿Cuáles son mis funciones en la vida?” y “¿Cuál es mi misión en la vida?”. Este propósito es como una brújula, pues apunta hasta darle sentido a nuestra vida.  

3) Nuestras capacidades. Cada uno de nosotros tiene en la vida una profesión, habilidades, capacidades a las que podemos entregarnos sin reservas y que despiertan un deseo apasionado por la excelencia, por ser lo mejor que uno pueda ser. Es aquella cosa que uno “puede” hacer según su interés y su capacidad.  

Es importante que nos preguntemos: ¿Es esto a lo que realmente me quiero dedicar por el resto de mi carrera o de mi vida?”. Tal vez has excedido tus expectativas y quieres un nuevo desafío.

¿Puedes encontrarlo donde estás ahora? O tal vez no las has alcanzado y no entiendes por qué. ¿Se trata de tu actitud? ¿Son tus habilidades técnicas?

¿Será tu capacidad de llevarte bien con la gente? ¿Es cuestión de talento o de aprovechar la oportunidad?  

4) Lo que queremos conseguir. Ahora podemos escribir nuestra visión. Ya hemos abierto nuestro corazón y nuestra mente está lista para soñar, con información clara acerca de donde nos encontramos hoy y lo que podríamos alcanzar.  

Una visión es una “meta”, pero una meta grande. Las visiones no son la obra de hoy o mañana, ni siquiera del próximo mes. Más bien, una visión tiene un plazo más largo.  

Respondamos a las siguientes preguntas que nos ayudarán a escribir nuestra visión: 

·         ¿Hay alguna meta específica que encienda tu imaginación?

·         ¿Hay algo que te gustaría encarar, pero tienes miedo de fracasar?

·         ¿Qué te gustaría lograr si no hubiera obstáculos?

·         ¿Hay alguna cosa única en la que podrías centrar tu energía que te daría mayores resultados que dedicarte a varias cosas?

·         ¿Por qué cosa te gustaría ser recordado? (Esto puede ser tan amplio o estrecho como prefieras.)

·         ¿Cómo describirías el cuadro del final perfecto de tu vida? 

Si necesitas apoyo, consejos y/o ideas para fortalecer y desarrollar tu visión de vida, escríbenos con toda confianza, estamos para apoyar tu liderazgo en mercadeo. 

Por: Rene Alvarado, Asesor y consultor de empresas y parte del equipo de www.mercadeobrillante.com

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