desde tiempos inmemoriales
Un
punto fundamental a la hora de escoger una es el peso. Recuerde que tendrá que
cargarla y que puede suceder que no haya maleteros a mano.
También puede
suceder que haya, pero que ud. no tenga cambio para pagar. Tenga en cuenta que
el "Keep the change!", de Bette Midler en "Sopa de gemelas",
no es útil cuando uno tiene un billete de cien dólares.
Volviendo
al peso, hay excelentes valijas de nylon con rueditas (fundamentales). Las
mejores son las que tienen cierres de ambos lados y que le facilitan el acceso
en cualquier posición que esté la
valija.
Y,
hablando de rueditas, recuerde que las valijas que vienen con carrito y tienen
las rueditas sobre el lado "corto", reparten mejor el peso que las
tradicionales.
Hay quienes dicen que los portatrajes son más cómodos que las valijas.
Dependiendo del motivo del viaje y, por lo tanto, del tipo de ropa que lleve,
esto puede ser muy cierto. Si viaja por negocios, una valija pequeña y un
portatrajes puede ser lo más adecuado.
Recuerde que su equipaje debe tener SIEMPRE cerradura. Las combinaciones suelen
ser mejores, al menos porque no podrá perder la llave. Recuerdo un amigo que
indefectiblemente encontraba la llave después de romper la cerradura.
Otro punto es pensar qué poner en la valija. Llevar una muda de ropa interior
para tres días suele ser suficiente. Siempre se puede lavar en el hotel o en un
lavadero automático.
Un secreto para llevar menos equipaje es pensar en cómo
vamos a combinar lo que llevemos. Tres prendas y un par de accesorios pueden
armar varios equipos diferentes. Los colores neutros son más adaptables que un
estridente verde manzana. Evite el blanco inmaculado porque jamás podrá ponérselo
dos veces sin pasar por el lavadero.
Recuerde llevar los medicamentos que toma con habitualidad y un botiquín básico.
¿Un lema irrenunciable? "Si hay que cuidarlo, no lo lleve". Nada peor
durante un viaje que estar cuidando aquel recuerdo de familia.
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