Problema sexual 2: Impotencia

Aprende a reconocer la impotencia masculina y las formas de normalizar la vida sexual de tu pareja

Problema sexual 2: Impotencia

Su mente lo desea, pero su carne es débil…

Se define impotencia o disfunción eréctil como la incapacidad de sostener una erección el tiempo suficiente para mantener una relación sexual.

La disfunción eréctil general se da cuando el individuo es incapaz de producir una erección, bajo cualquier circunstancia.

La disfunción situacional es cuando no se puede tener erecciones con una persona específica —un ejemplo podría ser si tu marido no tiene problemas para masturbarse pero no consigue ponerse tieso contigo—.

Tener sexo tarde por las noches, con una panza llena de comida y alcohol, puede atentar contra las erecciones en forma temporal. El sexo matutino, por su parte, siempre genera erecciones más poderosas.

La forma en que tú reacciones la primera vez que él tenga un problema de erección es fundamental.

Si simplemente levantas tus hombros y se echan a reír juntos, es muy posible que no vuelva a ocurrir sobre una base regular.

¿Por qué? Si él tiene miedo de que vuelva a pasar, su pene podría preferir esconderse en su boxer en lugar de salir y arriesgarse nuevamente a la humillación.

Si vuelve ocurrir, no finjas no darte cuenta, pero sí mantén la calma. Acarícialo y hazle algunos masajes para ver qué pasa, pero nunca te arrodilles desesperadamente en un alocado intento de revivir al amigo ya que sólo conseguirás asustarlo más.

Otros hombres encuentran que pueden tener erecciones sin problemas, pero sus miembros se esconden ni bien están ante la posibilidad de una penetración.

La ansiedad por tener un buen rendimiento suele ser la causa de esto, aunque otras veces puede darse por culpa de —perdonen señoras y señoritas— una vagina fláccida o espaciosa.

Mientras más apretada seas, mayores posibilidades de que tu compañero pueda sostener una erección poderosa.

¿Cómo actuar?

·         Si él está teniendo sólo problemas ocasionales, posiblemente sean causados por un consumo excesivo de alcohol, drogas, medicación, o por un alto grado de estrés o presión.

Procura que coma saludable, ejercite más, y que hable de sus problemas emocionales.

Si el problema se presenta con cierta frecuencia, el primer paso será ver si él puede lograr una erección matinal o si puede conseguirla mediante la masturbación.

Si no puede, solicita un turno con su médico de cabecera para una revisión general y pide al mismo tiempo una entrevista con un urólogo.

·         Si él puede tener erecciones por la mañana, entonces es menos probable que se trate de un problema físico.

Efectúa un abordaje de los asuntos o problemas de índole emocional. Esto podría ser tan simple como decidir dejar de preocuparse por el tema.

Ten sexo sin penetración —que él use sus manos, su boca, o su lengua— y simplemente disfruta de la situación —incluso es posible que tengas más orgasmos que cuando eres penetrada— en lugar de concentrarte en la relación sexual.

·         Dile que no se preocupe por intentar conseguir una erección. Si él consigue generarla, ignórenla en un principio —aun cuando tengan ganas de abrir una botella de champagne—, hasta que se convierta en un evento común.

Una vez que así sea, experimenten con una breve penetración —colócate encima, y luego bájate después de algunas pocas arremetidas— antes de intentar una relación entera.

Es bueno probar con estos métodos antes de sucumbir a la tentación de la pastilla azul. En cualquier caso, ten en cuenta que si él padece de problemas cardíacos o hipertensión las píldoras no serán una opción. 

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(si buscas soluciones a la eyaculación precos también la encontrarás aquí, aunque… bueno, se dice eyaculación precoz, y no eyaculación precos)