Insuficiencia cardíaca, la principal causa de internación en los mayores de 65 años

Una afección del corazón que padece el 2% de la población general y que exige un adecuado diagnóstico.


Buenos Aires. 21 de enero 2003.


La


insuficiencia cardíaca

es la consecuencia final de la mayoría de las enfermedades que afectan el
corazón (como infarto, hipertensión, valvulopatías y Mal de Chagas) y es la
principal causa de internación en los mayores de 65 años. La mitad de las
personas deben el cuadro a la enfermedad de las arterias del corazón, las
coronarias.


“La prevalencia de esta enfermedad viene aumentando desde la década del 50 en
adelante por el envejecimiento progresivo de la población y por la mejoría de
otras enfermedades cardiológicas que hace que personas que antes morían de estas
enfermedades ahora vivan más pero con


insuficiencia cardíaca

comenta el Dr. Jorge Thierer, Jefe de la Unidad de Terapia Intensiva y miembro
del equipo del Dr. Jorge Belardi del Instituo Cardiovascular de Buenos Aires.


Esta enfermedad se caracteriza por una falla en la función primaria del corazón,
que es la de bombear sangre a todo el organismo. El concepto de


insuficiencia cardíaca

fue cambiando a lo largo de los años: de entenderla como una enfermedad que
afecta sólo al corazón se ha pasado a un concepto más amplio y hoy en día es
analizada y tratada como una enfermedad sistémica
(de todo el organismo).  Un daño primario del corazón por las causas ya citadas
pone en marcha una serie de mecanismos: aumento de la frecuencia cardíaca,
retención de sodio y agua, constricción de las arterias y cambios en la
estructura del corazón. Todos estos mecanismos al principio son compensadores y 
sostienen a la persona pero perdurando en el tiempo terminan dañándola.


 La


insuficiencia cardíaca

afecta a aproximadamente el 2% de la población general, y hasta un 10 % de los
mayores de 75 años. Pero por cada persona con


insuficiencia cardíaca

ya diagnosticada hay uno a dos con deterioro de la capacidad del corazón que aún
no tienen síntomas y que en el curso del tiempo los presentarán. La mortalidad
vinculada a la


insuficiencia cardíaca

es elevada y aunque disminuyó progresivamente durante los últimos 10-15 años
gracias a la aparición de nuevas drogas  como los Inhibidores de la Enzima
Convertidora de angiotensina, los betabloqueantes y la espironolactona,
dirigidos a antagonizar los mecanismos que se activan en la etapa inicial de la


insuficiencia cardíaca
.
Por lo tanto, es fundamental la expansión en la utilización de estas drogas para
mejorar el pronóstico de los pacientes.


 
Los síntomas


 
Los signos y síntomas más frecuentes que se presentan en la insuficiencia
cardíaca
son la disminución en la capacidad de esfuerzo, es decir el hecho
de sentir falta de aire en actividades que la persona antes podía realizar
normalmente y ahora no puede; en etapas más avanzadas la falta de aire en
reposo; la aparición de edemas ( hinchazón inicial en los tobillos y que en
formas más avanzadas se extiende al resto de las piernas y luego al resto
del cuerpo) por retención de líquido y despertarse de noche para orinar, a veces
más que durante el día. Ninguna de estas manifestaciones hace por sí sola un
diagnóstico exclusivo de insuficiencia cardíaca, pero obliga a
sospecharla, y la combinación de dos o más de ellas hace mucho más probable que
se trate de esta enfermedad.   


 
Métodos de diagnóstico 

El
diagnóstico de insuficiencia cardíaca se hace teniendo en cuenta primero
y fundamentalmente el interrogatorio del paciente y el examen clínico. Si son
cuidadosos, al cabo de ellos se puede tener una sospecha bastante fundada de la
presencia o ausencia de la enfermedad. La radiografía de  tórax y el
electrocardiograma ayudan a orientar el diagnóstico. Los análisis de sangre
también pueden demostrar la existencia de algunas alteraciones características.


Hay 2 estudios fundamentales para categorizar a la persona y confirmar el
cuadro: el ecocardiograma y una prueba de esfuerzo. El ecocardiograma evalúa
medidas del corazón, su capacidad de contraerse y la presencia de enfermedades
valvulares. El ecocardiograma Doppler permite además ver si el corazón se relaja
adecuadamente, si las presiones dentro del mismo son normales y la severidad de
las valvulopatías.


Las pruebas de esfuerzo permiten ver si la persona tiene realmente disminuida su
capacidad de realizarlo. La más común es la ergometría convencional pero  la
ergometría con determinación de consumo de oxígeno o test cardiopulmonar es más
útil porque es más objetiva y permite diferenciar la insuficiencia cardíaca
de otras causas de poca capacidad de esfuerzo ( falta de entrenamiento,
problemas respiratorios, etc).


Otros estudios como Holter y Cámara gamma se hacen en determinadas situaciones y
ayudan al manejo de los pacientes: etc.            



 
Como prevenirla y tratarla

 El
control de los factores de riesgo que favorecen el desarrollo de enfermedad
coronaria es fundamental para prevenir la aparición de insuficiencia cardíaca.

Lo
más importante es: 


·
        

No
fumar


·
        


Controlar la presión arterial


·
        


Tratar la diabetes


·
        


Mantener cifras normales de colesterol

 Además es recomendable realizar el diagnóstico precoz de enfermedades
valvulares, evitar el consumo exagerado de alcohol, la consulta rápida ante la
aparición de edema o disminución de la capacidad de esfuerzo son importantes.

El
seguimiento por cardiólogos dedicados especialmente a ver pacientes con
insuficiencia cardíaca
se asocia a un cumplimiento más adecuado de los
estándares de atención en lo que tiene que ver con los métodos de diagnóstico y
fundamentalmente con el tratamiento correcto utilizando los medicamentos
indicados en las dosis más útiles. El paciente y su entorno son fundamentales
para que la alianza con el médico sea exitosa ya que es importante el
cumplimiento de una dieta restringida en sal y líquidos, la toma diaria de todos
los remedios indicados y la consulta periódica que aseguran una rápida y exitosa
evolución.



 
Sección insuficiencia cardíaca del ICBA



 
Creada en 1997, tiene actualmente más de 300 pacientes en seguimiento
ambulatorio, con una tasa de reinternación anual del 10% ( notablemente inferior
a la reportada en numerosos registros, que oscila entre el 30%  y el  40 %
anual). Los personas tienen acceso personal a los médicos de la sección, más
allá del horario de atención de consultorio. En todos ellos se realiza la
sistemática diagnóstica descripta, y se hace especial hincapié en la consulta
periódica como forma de reasegurar el cumplimiento de las medidas higiénico
dietéticas y farmacológicas. Los personas con dificultad en el manejo
ambulatorio son internados para recibir drogas endovenosas y ajustar el
tratamiento oral a fin de optimizarlo. La interacción con los servicios de
cirugía cardiovascular y electrofisiología permite un tratamiento integral más
allá de los fármacos cuando está indicado: Cirugías coronaria o valvular,
marcapasos, desfibriladores, etc. Los pacientes más graves son evaluados para
transplante cardíaco, otra de las prácticas llevadas a cabo en la institución.