Según
la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de los Estados Unidos, se
estima que unos 260 niños menores de cinco años se ahogan cada año en piscinas,
muchos en piscinas residenciales. La Comisión calcula que otros 3.000 niños
menores de cinco años son atendidos cada año en salas de emergencia de
hospitales tras haber tenido incidentes de inmersión. Algunos de estos
accidentes de inmersión producen daño cerebral permanente.
En todo el país, el ahogamiento constituye una causa principal de muerte de
niños menores de cinco años.
La clave para prevenir estas tragedias consiste en tener niveles de protección.
Esto incluye colocar barreras alrededor de su piscina para evitar el acceso,
usar alarmas de piscina, supervisar de cerca a su hijo y estar preparado en
caso de emergencia. La CPSC ofrece estos consejos para evitar ahogamientos:
- Las
cercas o muros perimetrales deberán tener al menos 4 pies de altura y
estar instalados completamente alrededor de la piscina. Las puertas en las
barreras y las aldabas deberán cerrarse por si solas. La aldaba deberá
estar fuera del alcance de los niños pequeños. - Si
su vivienda forma un lado de la barrera de la piscina, entonces las
puertas que conducen de la casa a la piscina deberían protegerse con
alarmas que produzcan ruido cuando se abre una puerta inesperadamente. - Una
cubierta de seguridad activada eléctricamente — una barrera activada por
motor que pueda colocarse sobre la zona ocupada por el agua — puede
utilizarse cuando la piscina no está siendo utilizada
- Mantenga
equipo de salvamento junto a la piscina y asegúrese de que hay un teléfono
al lado de la piscina con indicación de los números de emergencia. El
saber administrar resucitación cardiopulmonar puede salva vidas. - En
piscinas por encima del nivel de tierra, los peldaños y escaleras de
acceso a la piscina deberían asegurarse y cerrarse con llave o retirarse
cuando no se utiliza la piscina. - Si
falta un niño, mire siempre primero en la piscina. Los segundos cuentan para
evitar la muerte o incapacitación. - Las
alarmas de piscina pueden utilizarse como precaución adicional. Las
alarmas subacuáticas de piscinas funcionan mejor por lo general y pueden
utilizarse cuando la piscina está cubierta. La CPSC aconseja que los consumidores
utilicen receptores de alarma a distancia para poder oír la alarma dentro
de la vivienda o en otros lugares apartados de la zona de la piscina.
PADRES Y GUARDIANES: SÓLO
USTEDES PUEDEN EVITAR QUE UN NIÑO SE AHOGUE. VIGILEN DE CERCA Y EN TODO MOMENTO
AL NIÑO QUE TENGAN A SU CUIDADO. ASEGÚRENSE DE QUE LAS PUERTAS QUE DAN AL ÁREA
DE LA PISCINA ESTÉN CERRADAS Y ASEGURADAS. LOS NIÑOS PUEDEN ESCABULLIRSE
RÁPIDAMENTE Y ENTRAR EN LA PISCINA.
Cuidado con los clavados
Según
la CPSC, las lesiones sufridas por clavados pueden resultar en cuadriplejía,
parálisis del cuello para abajo, en los deportistas que se golpean contra el
fondo o los lados de una piscina. Personas que saltan en piscinas han de
observar las siguientes precauciones:
- Nunca
salten dentro de piscinas que estén por encima del nivel del suelo. Son
muy poco profundas. - No
salten desde el borde de una piscina excavada en el suelo. Entren con los
pies primero. - Salten
únicamente desde la punta del trampolín y no desde los lados. - Salten
con las manos delante y siempre oriéntense de inmediato hacia arriba al
entrar en el agua para evitar tocar el fondo o los costados de la piscina. - No
salten en una piscina si han consumido alcohol o drogas porque su tiempo
de reacción puede ser demasiado lento.
El uso inadecuado de los
resbalines (o toboganes) de piscina presenta el mismo peligro que las técnicas inapropiadas
de salto. Nunca se resbalen de cabeza, resbálense con los pies delante.
Fuente: CPSC (USA)
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