Las webcam son dispositivos que pueden captar imágenes estáticas o en movimiento. Habitualmente se utilizan para realizar videoconferencia, pero pueden servir para tomar fotografías o capturar video.
Otra de las funcionalidades que se le puede asignar a este dispositivo, es en el ámbito de videovigilancia.
Con las llegada de internet y la expansión de las conexiones de banda ancha, las webcam son cada vez más comunes en el hogar. Su uso nos permite abaratar costos, utilizando llamadas por internet, empleando voz y video.
Se pueden encontrar modelos con precios muy accesibles para el público general o dispositivos más sofisticados, que cuentan con funciones avanzadas y calidad de imagen de alta definición.
En este artículo conoceremos sus características principales y lo que debemos saber antes de adquirir un modelo.
Las características de las webcam
Dentro de las características de las cámaras web, una de las más importantes, es la definición que pueden alcanzar.
La mayoría de los modelos actuales pueden llegar a tomar video de 640×480 píxeles, aunque en algunos casos hay que bajar su resolución a 320×240 píxeles, para lograr mayor fluidez.
En cuanto a la toma de imágenes, algunos equipos de gama media pueden alcanzar 1.3 MP (megapíxeles). Se pueden obtener resoluciones más altas en cámaras más avanzadas.
La fluidez del video puede estar dada por los cuadros por segundo (FPS) que puede capturar el dispositivo. Si bien con 15 FPS se puede tener una aceptable fluidez, en muchos casos puede resultar escasa. Es recomendable buscar valores entre 25 y 30 FPS.
Las cámaras que permiten capturar imágenes y video, vienen acompañadas de un software para poder guardar el contenido en nuestro disco rígido y en algunos casos con programas para crear galerías.
Podremos encontrar programas para aplicar efectos de imagen y video, que nos permiten obtener resultados de mayor calidad.
Las aplicaciones que acompañan a las cámaras, generalmente pueden trabajar con los formatos de imagen más populares (JPG o BMP) y de video (AVI o MPG).
Muchos modelos cuentan con un botón para tomar instantáneas de manera más cómoda. Otro aspecto que no debemos descuidar, es que la cámara debe contar con drivers compatibles con nuestro sistema operativo.
Existen modelos con un lente que posee movilidad y detección facial, para seguir nuestros movimientos y poder realizar tomas panorámicas.
Además de las características de la cámara digital, debemos tener en cuenta que nuestro equipo debe tener un puerto de conexión USB libre para la cámara.
Si bien la mayoría de las computadoras modernas cuentan con varios puertos de este tipo, es importante verificar este requisito. También es recomendable contar con suficiente espacio en disco rígido ,si nos disponemos a guardar video capturado por la cámara.
Eligiendo la cámara web para nuestro equipo
En el mercado actual, podemos encontrar una variada oferta de modelos de cámaras web, con diseños sorprendentes y diferentes funcionalidades, apuntando a distintos tipos de usuarios.
Los usuarios hogareños, que desean un modelo de bajo costo, pueden optar por cámaras que logren obtener resoluciones de hasta 640×480 píxeles, una profundidad de color de 16 bit ó 24 bit y cuenten con conexión USB.
Muchos equipos económicos ofrecen sensores del tipo CMOS de 350k píxeles. Pueden trabajar con video en 320×240 píxeles a 30 FPS o 640×480 píxeles a 15 FPS.
Estas características, pueden ser suficientes para las funciones básicas utilizadas en programas de mensajería instantánea o aplicaciones de videoconferencia.
Subiendo las pretensiones a un público intermedio, podemos encontrar cámaras que incorporan luz y micrófono y alcanzan resoluciones de 1.3 MP. La profundidad de color puede llegar a los 32 bit.
Para equipos portátiles, podemos encontrar modelos más delgados, que cuentan con un dispositivo mecánico ajustable (un clip), que permite sujetarse en la pantalla de la laptop.
Las webcam de mayor valor, que podrían encuadrarse en gama alta, pueden ofrecer funciones para trabajar con baja luminosidad y características de visión nocturna.
El sensor de estas cámaras suele ser de mayor calidad, permitiendo una mejor definición en la imagen. Algunos equipos utilizan los sensores CCD, como los que se emplean para fotografía digital y que superan a los CMOS en calidad de imagen.
En los últimos tiempos han salido cámaras capaces de captar video de alta definición (llegando a 1600 x 1200 píxeles) y con capacidad de tomar imágenes estáticas de 2 MP y llegando hasta 8 MP (con mejoramiento vía software).
Se pueden encontrar modelos que cuentan con memoria interna y pueden separarse de la computadora, logrando autonomía con una pila o batería, para cumplir la función de cámara digital o mini-filmadora.
Claro está que la definición de estos dispositivos es menor que la de los equipos de mayor costo.
Para los usuarios que les gusta estar a la moda o que están en cada detalle estético de los dispositivos que compran, pueden optar por modelos acordes al estilo elegido.
Existen cámaras con diseño clásico, futurista, ultradelgados o temáticos, adecuándose a los gustos de cada usuario.
Las denominadas cámaras IP, son más costosas. Pueden conectarse a computadoras o servidores, para monitorear o enviar imágenes en lapsos de tiempo definido. El tipo de conexión que utilizan, puede ser por medio del cable de red o por alternativas de conectividad inalámbrica.
Este tipo de dispositivo puede enviar alertas por e-mail o permitir el monitoreo del hogar o de un negocio, desde un navegador de internet, ingresando con una clave de seguridad, para poder observar los movimientos que se produzcan.
Esta alternativa brinda una funcionalidad sumamente útil, para poder observar lo que ocurre en un determinado lugar, cuando no estamos allí.
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