Causas y tratamientos del acné en los adultos

Si usted es una de aquellas personas con “eterno rostro adolescente”, debe saber que es posible revertir esta situación. En esta nota, una descripción del acné adulto, y las formas de tratarlo.

No solo los jóvenes y
adolescentes sufren de acne. En efecto, la rosácea de acné es comúnmente
denominada “acné adulto”, ya que se suele encontrar en muchas personas mayores.
Este problema es generalmente caracterizado por alguno o todos los siguientes
signos: piel roja apera y gruesa, en la nariz y mejillas, pústulas (pus en
ampollas), pequeños granos rojos y pequeñas venas de sangre roja visibles en la
superficie de piel.

 Las causas que provocan
este tipo de condición son muy variables y diferentes, por lo que no se podría
explicitar UNA sola causa. Como resultado, el tratamiento de curación también
dependerá de muchos factores, teniendo en cuenta, por sobre todo, la severidad
del problema.

 El acné adulto puede
surgir como resultado de folículos de cabello bloqueados, glándulas de aceite
hiperactivas, bacterias, o algunas otras causas no conocidas. Algunos factores
conocidos que pueden agravar esta condición, son el estrés emocional y
psicológico, y el alto consumo de alimentos y alcohol.

 En muchos casos, la
enfermedad parecería entrar en remisión luego de un tratamiento, pero luego
reaparecer repentinamente. Para esto, los médicos prescriben frecuentemente
antibióticos y medicinas específicas para disminuir la intensidad de los signos
del acne, aunque la condición no pueda ser totalmente revertida.


 Tratamientos específicos para el acné adulto

 Ácido salicílico o azufre

Las medicinas específicas
que contienen ácido salicílico o azufre, pueden ayudar a disminuir el bloqueo de
los folículos de cabello, y aliviar así la sensación de ardor que se experimenta
a causa de los mismos. Muchas medicinas que se venden sin receta, contienen
estos ingredientes y son muy utilizadas comúnmente tanto por adolescentes como
adultos.



 
Peróxido de benzoyl

El peróxido de benzoyl es
uno de los ingredientes más extensamente usados en las medicinas contra el acné.
El mismo se encuentra disponible en varias medicaciones, tanto de las que no
necesitan recetas como las de prescripción, y sirve para eliminar bacterias y
retardar la acción de las glándulas de piel. Es sumamente efectiva cuando la
condición es moderadamente seria, aunque puede producir alguna irritación, ya
que reseca extremadamente y puede pelar la piel si se lo usa muy continuamente.


 Retinol

El retinol, un derivado
de la Vitamina A, ha sido usado con bastante éxito para algunos tratamientos.
Trabaja secando las erupciones de la piel, y previniendo la formación de nuevos
granos. Esta medicina es una droga que se vende bajo prescripción, y no debe ser
usada por aquellas personas que tengan una alta exposición al sol. Si el acné
llega a infectarse o inflamarse, los médicos generalmente prescribirán
antibióticos en forma de crema o loción. Estos tratamientos han sido casi
siempre muy efectivos.



 
Isotretinoína

En los casos más graves
de acné adulto, generalmente se realiza un tratamiento con preparaciones que
contengan isotretinoína, también un derivado de la Vitamina A. Aunque estas
preparaciones puedan a veces eliminar el acné por períodos muy extendidos,
incluso años, las mismas tienen sus inconvenientes. Parte de los efectos
colaterales son dolores musculares, dolores de cabeza, picazones y posibles
defectos de nacimiento, si son tomados por mujeres que están embarazadas.



 
Corticoides

Los corticoides también
se usan frecuentemente para tratar los casos graves de acné adulto. Las
variedades de esta droga se pueden tomar oralmente o a veces ser directamente
inyectadas en los granos.


 Estrógenos

El estrógeno, que suprime
la producción de aceite en la piel, se ha usado también como efectivo para el
acne adulto, pero  también tienen sus desventajas, que incluyen la formación de
coágulos de sangre, por lo que raramente se utiliza.



 
Mitos y verdades sobre la incidencia de los alimentos en el acné

 No existe una dieta
“anti” acné. Para algunas personas, ciertos alimentos les agravan su condición,
por lo que deben eliminarlo de sus dietas. Sin embargo, para otros, esos mismos
alimentos no son un disparador de su propio acne.

 El viejo mito de que las
papas fritas, el chocolate o las gaseosas causan ataques de acné, no tienen
ninguna base científica.

 Otro mito es aquel que
señala que es necesario mantener el área facial limpia para prevenir el acné, lo
cual no es totalmente verdadero. En realidad, lavar la cara ciertamente
eliminará algunas bacterias y disminuirá las oportunidades de que los poros se
bloqueen, pero de la misma forma, el refregado frecuente del rostro puede
verdaderamente agravar la condición.

 Las personas que sufren
de acné adulto deben saber también que, antes que nada y desde el comienzo,
deben discontinuar el uso de cosméticos basados en aceites, así como también la
exposición extendida a la luz del sol.

 En los casos graves de
acné adulto será imprescindible que busquen la intervención de un médico o un
dermatólogo, ya que los mismos no pueden ser tratados efectivamente con
preparaciones comerciales.