Las
intoxicaciones alimenticias ocasionadas por la contaminación son cada vez más
frecuentes en los hogares por no mantener las apropiadas medidas de limpieza.
“La mayoría de los perjuicios ocasionados en este sentido en el hogar pueden ser
evitados teniendo en cuenta simples detalles de higiene”, comenta la
gastroenteróloga española Maria del Mar Quintanilla.
Medidas
para extremar la precaución:
· La cocina
siempre tiene que estar limpia. “De este modo se evita la acumulación de
bacterias e insectos”, comenta la profesional.
· Después
de manipular los alimentos crudos como carnes, verduras, frutas y pescados hay
que lavarse las manos con agua tibia y jabón durante al menos treinta minutos.
· Si se
tiene alguna herida en la mano, hay que taparla correctamente mucho más si se
van a cortar alimentos o tocarlos.
· A menudo
se utilizan trapos para limpiar la vajilla, la cocina y todos los utensilios con
los que trabajamos con la comida. Sin embargo no es la mejor opción ya que allí
se juntan las bacterias y suciedad.
“Lo mejor es usar papel de cocina que se
desecha cada vez y así impedir la acumulación de microbios”, aconseja
Quintanilla. Si se usan esponjas o paños para la limpieza hay que lavarlos todos
los días con agua calientes, pero desecharlos al poco tiempo.
· Limpiar
adecuadamente el drenaje de la cocina ya que allí se acumulan restos de comida y
suciedad, creando así un ambiente propicio para la contaminación.
· Es
recomendable lavar las hortalizas con un poco de vinagre y media hora antes de
consumirla.
· Otro
factor que influye y que puede ser causante de intoxicaciones es la escasa
cocción de los alimentos. “La carne no tiene que estar roja al cortarla ni
tampoco el pollo. El huevo también debe estar bien cocido” sostiene la
gastroenteróloga
· La tabla
de cortar también tiene que estar completamente limpia para evitar que cuando se
vuelva a usar se contamine con ingredientes que se han utilizado con
anterioridad. Debe mantenerse siempre seca.
Otras
sugerencias para tener en cuenta:
· La
ventilación debe ser la adecuada para que el humo ocasionado por la elaboración
de la comida pueda desvanecerse con naturalidad sin afectar el ambiente ni otros
alimentos.
· La
superficie de trabajo debe tener buenas dimensiones y ser de un material que se
pueda limpiar con facilidad.
· Todos los
electrodomésticos que se han utilizado en la preparación de los alimentos deben
ser higienizados para que la próxima vez que se utilicen estén en perfectas
condiciones.
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