Consejos de alimentación para mujeres activas

Las mujeres de hoy tienen más responsabilidades, tanto profesionales como familiares. Esto a veces significa menos tiempo para el cuidado personal. En esta nota, algunos consejos para que nuestro ritmo de vida no nos impida comer sano.

La
presión que implica para muchas mujeres mantener el equilibrio entre el trabajo
y la casa da lugar a casos de stress o de síndrome de burnout (cansancio
crónico, tanto físico como psicológico). Hoy en día, las mujeres tienen un
ritmo de vida muy ajetreado, y por seguir ese paso alocado suelen descuidar un
aspecto muy importante de su salud: que su dieta diaria sea sana y nutritiva. 

Consecuencias
a largo plazo
 

Las
mujeres profesionales a menudo descuidan sus propias necesidades porque están
todo el tiempo atendiendo las de otros. Pero en algún punto deben darse cuenta
que mantenerse bien y tener energía también sirve para trabajar mejor y poder
cuidar de la familia. Y eso se logra con una dieta balanceada y comiendo en
horarios regulares todos los días. 

Si
no se tiene en cuenta esto, a la larga las implicancias pueden ser graves.
Pueden aparecer enfermedades como osteoporosis, dolores de espalda, depresión,
acidez estomacal crónica, anemia o infecciones urinarias. 

Para
evitar esto, se debe atender a los consejos de los nutricionistas con respecto
a los ingredientes de una dieta sana. 

En
la variedad está el gusto
 

Combinar
las comidas adecuadamente puede ser la clave para mantener un estilo de vida
sano. A continuación, algunos consejos en ese sentido: 

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Las comidas que combinen proteínas y vitamina A, hidratos de carbono y vitamina
B, hierro y vitamina C son las ideales. 

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Los productos de soja y los brotes de guisante son una buena fuerte de energía,
además de tener un alto valor biológico en proteínas. 

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Para cubrir nuestra cuota de ácidos grasos saturados y monoinsaturados, debemos
apelar a productos de comida sana, como el pan de centeno, las pastas de trigo
o el tofu. 

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Para las mujeres que no sean vegetarianas, una yema de huevo puede ser una
buena fuente de energía. Al comer solamente la clara, no proveemos a nuestro
cuerpo de la cantidad apropiada de proteínas y lecitina. 

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Las ensaladas con aceite de oliva o de mostaza también pueden ser una buena
opción. 

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En vez de tomar jugos de fruta, pruebe directamente comiendo una fruta. Esto es
más energizante debido a que el contenido de fibras es más alto ingiriendo las
frutas de esta manera. Si sigue prefiriendo los jugos, lo mejor es mezclar
varias frutas y tomar el jugo con pulpa. 

Hábitos
alimentarios
 

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Es fundamental seguir a rajatabla las rutinas de comida. Tres comidas y dos
tentempiés por día deben ser la regla. 

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El viejo refrán de “desyaunar como un rey y cenar como un mendigo” sigue
teniendo validez. Un desayuno abundante es muy saludable ya que el cuerpo
metaboliza más rápido por la mañana. 

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El desayuno debe incluir cereales y una combinación de proteínas y vitaminas
(por ejemplo naranjas, papayas y leche). 

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El almuerzo debe ser lo más liviano posible e incluir leche de manteca (una
fuente muy saludable de calcio), ensaladas con brócoli, hongos, aceitunas (que
evitan que las toxinas se acumulen en el cuerpo) y frutas. 

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Se debe cenar antes de las 7 de la noche, en lo posible eligiendo comida cocida
o al horno. Si luego de cenar seguimos con hambre, podemos aplacarlo con
frutas, ensaladas o incluso sopa. 

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Los productos de soja, como las nueces, los frijoles, el arroz integral, las galletitas o los brotes son ideales para integrar a un tentempié y
matar el hambre. 

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También se puede recurrir a complementos dietarios. Unas vitaminas y una
pastilla de minerales luego de desayunar nos pueden dar un poco de energía
extra. Además sirven para evitar el cansancio y el stress. 

Los
atajos no son buenos
 

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Evite almorzar en locales de comida rápida. Estas comidas tienen muchas grasas
y a la vez no aportan la energía suficiente. 

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Evite todo tipo de comida frita. Siempre coma al horno o grillado. 

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Para reemplazar al queso, puedo comer tofu o el queso vegetariano paneer, de
origen indio. 

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Dígale no a las frutas secas. En lugar de ellas, coma palomitas de maíz o chana
(garbanzos indios) 

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Es fundamental tomar mucha agua durante el día. Si nos aburrimos de tanta agua,
podemos reemplazarla por agua de coco o leche de manteca. 

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Use sartenes de teflon antiadherentes al cocinar, ya que requieren poco o nada
de aceite. 

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Por último, unos ejercicios de yoga y hiperventilación (respiración profunda)
nos mantendrán en forma y relajadas.