No, estamos hablando de una cantidad de entre
450 y 900 gramos (una o dos libras)
al año.
Aquí hay otro hecho que podría
resultar sorprendente: la mayor parte de esos insectos se encuentran en alimentos procesados y envasados, no en
productos frescos o de
granja.
La Administración de Alimentos y Drogas de los
EE.UU., por ejemplo, tiene pautas
específicas sorprendentemente exactamente sobre
cuántos insectos puede haber en ciertos alimentos.
Su vaso de jugo de naranja de
225 gramos, por ejemplo, puede
legalmente contener cinco
moscas de la fruta.
Podría haber 50 pulgones de la
alfalfa, ácaros o trips,
además de algunas larvas de oruga, en 100 gramos de espinaca congelada.
Los trips, pequeños parásitos
alados que pueden medir hasta
30 milímetros de largo, pueden aparecer en productos
elaborados con manzana y en espárragos congelados,
brócoli y coles de Bruselas.
Y eso es sólo el principio.
Es posible que usted se sienta amenazado en este momento, con sólo pensar en lo que podría estar acechándolo en su cocina.
Pero piense en estos bichos
como un elemento nutricional
extra.
Muchos insectos son muy nutritivos, incluso podrían llegar a
ser uno de los alimentos más saludables que
usted pueda comer (es cierto
que los trips y los ácaros
probablemente no entren en esta categoría).
Hay alrededor de 1.500
especies de insectos comestibles, y son
una parte habitual de las dietas de
más de 3.000 grupos étnicos.
Algunos bichos tienen la sorprendente cantidad de 80 por ciento de proteínas en su peso. Las orugas son una fuente inagotable de
nutrientes específicos, siendo que cada oruga aporta 53 gramos de proteínas por cada 100
gramos, además de una gran cantidad de hierro, tiamina y niacina –es inclusive mucho más nutritiva que la carne de res magra o incluso que el pescado.
Y además, supuestamente, ¡son
deliciosas! Y criar insectos
para alimentarse también es muy sustentable: utilizando
la misma
cantidad de alimento, se obtienen una cantidad cuatro veces mayor de grillos que
de carne vacuna.
En 2013, la Organización para
la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas afirmó que el aumento de la crianza y el consumo de insectos es la mejor solución para los problemas de escasez de alimentos en el mundo.
Si prefiere no unirse a esta
tendencia y no volverse un devorador de insectos,
evitar los alimentos procesados y reemplazarlos por frutas y
hortalizas frescas es la mejor
manera de mantener su dieta lo más
libre de bichos como sea posible.
Compre productos frescos y
lávelos para eliminar los insectos. Incluso puede
inspeccionarlos exhaustivamente, si lo considera necesario. Si compra productos
enlatados, nadie podría
adivinar lo que puede encontrar allí.
Si usted comienza a comprar frutas y verduras frescas, sin embargo, puede que lo asalte una duda en la
verdulería. Los insecticidas
son realmente efectivos para eliminar los insectos de
los alimentos, por lo que los productos convencionales tendrán menos bichos que las
versiones orgánicas.
Pero entonces usted podría estar ingiriendo pesticidas.
La mayoría de la gente probablemente optaría por los insectos.