La composición de los menús es la misma para todos los días que dura este régimen, siempre cambiando los alimentos que no sean de temporada por otros que sí lo sean.
Desayuno:
Una taza de infusión de menta (o verbena).
Una rebanada de pan tostado.
1 tazón de crema de almendras o leche descremada
(Puede cambiarse por lo siguiente):
100 g de fruta del tiempo.
Una taza de café descafeinado.
Almuerzo:
100 g de zanahorias ralladas.
150 g de pollo asado.
100 g de judías verdes rehogadas.
(Puede sustituirse por lo siguiente):
100 g de col rallada.
150 g de pescado blanco a la plancha.
100 g de queso manchego.
Cena:
100 g de ensalada variada.
150 g de lentejas cocidas.
5 croquetas de bacalao.
100 g de fruta del tiempo.
(Puede sustituirse por lo siguiente):
100 g de ensalada de lechuga o endibias.
tortilla de champiñones de 2 huevos.
200 g de queso de gruyere.
Esta dieta deberá seguirse hasta alcanzar el peso ideal según su IMC (índice de masa corporal).
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