Dieta sin harinas

Más allá de los celíacos, las dietas libres de TACC se han hecho muy populares en los últimos meses. ¿Son realmente buenas? ¿Pueden ser peligrosas?

Hay personas que por cuestiones de
salud, ya sea celiaquía, intolerancia o alergia a las harinas, debe llevar una
vida alejada de las harinas que conforman el TACC: trigo, avena, cebada,
centeno.


Pero la realidad, es que muchas personas
han comenzado a reducir o quitar el volumen de harinas que ingieren, sin un
diagnostico, y afirman sentirse más livianos, más saludables.

Como todo, llevar este tipo de
alimentación es bueno, o no es dañino, hasta cierto punto. Tengamos en cuenta
algunos datos nutricionales:

Hidratos de
carbono

Son buenos los que poseen fibras, y
menos buenos aquellos que tienen harinas y azúcares.

Grasas

Las buenas son aquellas que provienen de
los vegetales y del pescado. Las menos buenas provienen de los animales o son
las grasas saturadas.

Composición
deseable

Hidratos 50%, proteínas 30%, grasas
buenas 20%

Dietas bajas en
harinas

Son buenas en caso de gordura abdominal,
colesterol y/o triglicéridos altos, hipertensión o glucemia elevada.

En esos casos se debe aumentar el
consumo de carnes magras, pescado, pollo, quesos magros, huevo, legumbres y
frutas secas.

Por otro lado, se deben disminuir las
harinas, azúcar y bebidas azucaradas.

Dietas sin
harinas

NO ES SOSTENIBLE

Estas dietas tienen carencia de
vitaminas, minerales, fitoquímicos.

A su vez, traen cambios metabólicos
desfavorables.