El helado, ¿embaraza?

Bueno, no exactamente. Pero todo indica que el helado -como otros alimentos ricos en grasa- puede ayudar a la fertilidad...

Datos nuevos y reveladores relacionan los alimentos pobres en grasas a la infertilidad y los alimentos altos en contenido graso a mejores posibilidades de embarazo. ¿Es esto posible? 

Los hallazgos provienen de un estudio de ocho años realizado en Harvard sobre 18.555 mujeres sanas que intentaron quedar embarazadas entre los años 1991 y 1999. Los resultados fueron publicados en el American Journal of Clinical Nutrition. 

Datos reveladores

Las mujeres que efectuaron dos o más ingestiones semanales de lácteos bajos en grasas tuvieron un riesgo incrementado de problemas ovulatorios del 85% con respecto a aquellas que ingirieron una o menos porciones cada semana.

Las mujeres que efectuaron una o más ingestas diarias de lácteos ricos en grasas fueron menos propensas a sufrir problemas de ovulación en un 27% que aquellas que efectuaron una o menos ingestiones al día.

Sin dudas, estos datos no eran los esperados por los investigadores, que no tenían idea que los lácteos bajos en grasas tuvieran un efecto sobre la ovulación.

Desde luego, serán necesarios estudios complementarios antes de poder hacerse recomendaciones firmes a las mujeres. Sin embargo, parece ser cierto que los lácteos altos en grasas incrementarían la fertilidad, incluso cuando pequeñas porciones tendrían este efecto.

En cualquier caso, esto no debería ser motivo para que las mujeres salgan a comprar cubos y cubos de helado. De hecho, esto sería malo para la fertilidad y para la salud en general.

Si bien los hallazgos aún deben ser confirmados, los investigadores están seguros de que toda mujer que quiere quedar embarazada debería cambiar los lácteos bajos en grasas por los altos en grasas.

Pero quien quiera intentarlo mientras prueba quedar embarazada, puede hacerlo como un cambio temporal y no como algo permanente en su estilo de vida.

Una mujer sólo deberá ingerir alimentos lácteos ricos en grasas mientras consiga mantener un consumo calórico estable. En consecuencia, si va a hacerlo, intente eliminar otras grasas saturadas de su dieta.

Ovulación y obesidad

La mayoría de las mujeres que intervinieron en el estudio de Harvard estaban cerca de tener un peso normal. Dado que la obesidad es un factor primordial para las mujeres en ovulación, las mujeres deberán tener cuidado de no atiborrarse con helado y mantener un ojo sobre la balanza.

Ninguna mujer debe salir corriendo a comprar un balde de cinco litros de helado para quedar embarazada. Lo importante es destacar que las grasas pueden no ser tan perjudiciales para una dieta como se cree.

Lo verdaderamente importante es el equilibrio. Decididamente las personas deben ingerir grasas —el no consumo de grasas es malo—, aunque la moderación será el factor clave.

Hay que tener en cuenta, por otro lado, que el estudio no relaciona alimentos lácteos pobres en grasas a la infertilidad en general sino sólo a un tipo específico de infertilidad.

Por su parte, las guías dietarias gubernamentales recomiendan tres ingestiones de leche descremada y productos a base de leche para las mujeres, como parte de una dieta saludable, aunque estas guías también permiten el consumo de calorías discrecionales en la parte de la dieta que la persona elija —y esto incluye productos lácteos ricos de contenido graso—.

Así que, señoras (y, por qué no, señoritas que lo deseen), bon appetit.

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