La verdad sobre los jugos que hacen adelgazar

Hacer jugo o no hacer jugo... esa es la cuestión. ¿Cómo decidirse?

Estoy bastante acostumbrado a que la gente que viene a mi casa me diga: "Wow, este lugar es súper saludable. No lo puedo creer". Como usted puede o no saber, se requiere de unas cuantas personas para mantener un buen programa de dieta en marcha.

Tuve una especie de "retiro" en mi casa, en el cual invité a tres de mis empleados para que vengan a trabajar desde mi casa, y a pasar algún tiempo juntos. Cada vez que quería atender a los invitados, tratando de ser la "anfitriona perfecta", les preguntaba "¿Alguien quiere algo? ¿Algo para comer o tomar?"

Una de mis empleadas me respondió: "Sí, me gustaría tomar un poco de jugo, por favor". Haciendo todo lo posible por ocultar mi enojo, le dije: "No tenemos ningún jugo. ¿Puede se agua o un té? "

Sin entrar en detalles sobre la conversación, esta empleada no podía creer que no hubiera jugo en la casa. Además no podía creer que mi hijo no tomara jugo, y que sólo tome agua (no se preocupen, no la despedí).

El jugo es una de esas bebidas que muchas personas perciben como saludable, especialmente cuando está etiquetado como natural u orgánico y dice que está hecho de ingredientes naturales.

Permítanme aclarar esto ahora mismo: el jugo nunca forma parte de un plan de alimentación saludable, a menos que sea jugo recién exprimido en la cocina de su casa y con sus propias manos o con un exprimidor.

"Pero mi jugo dice que es orgánico, natural y con 0% de azúcar agregada. ¿Está bien? "

Bueno, le he dedicado una cantidad significativa de tiempo a leer la etiqueta de casi todos los jugos, y en todos veía lo mismo… toneladas de AZÚCAR. Lea las etiquetas y verá que cada gramo de hidratos de carbono en el jugo proviene directamente del azúcar.

"Pero todos los carbohidratos de las frutas también proviene del azúcar ¿o no?"

Sí, las frutas son azúcares casi en su totalidad (procedentes de la fructosa), pero una fruta entera también contiene mucha fibra y vitaminas que se pierden cuando se hace un jugo, se lo embotella y se lo almacena durante mucho tiempo.

"Pero mi jugo está fortificado con calcio, vitamina D y hierro (o lo que sea con lo que estén fortaleciendo el jugo en estos días)".

Cuando se "fortifica" cualquier alimento o bebida con vitaminas y o minerales, su cuerpo es lo suficientemente inteligente como para saber que no es la versión real de ese nutriente en particular.

Tal es así que va a optar por no usarla. Sí, todos estos productos enriquecidos no le aportan las vitaminas ni los minerales que su organismo necesita. Usted debe obtener estos nutrientes de fuentes naturales, tales como frutas y verduras reales (es decir, comida de verdad).

Así que si usted es un amante del jugo, como muchas otras personas que han caído en la trampa de que el jugo es saludable, aquí hay algunas estrategias que le ayudarán a saciar su necesidad de jugo, y al mismo tiempo seguir un plan de alimentación saludable.


1. Cómprese un exprimidor de calidad y haga su propio jugo. Hay muchas variedades de jugos deliciosos y nutritivos que usted puede hacer con un exprimidor, y que le aportarán una gran cantidad de vitaminas y minerales.

Uno de mis favoritos es el de zanahoria, manzana y jengibre. Pero tenga cuidado. Si usted es como yo, y es sensible a los excesos de azúcar, le sugiero que tome porciones de 1/4 litro o menos, o mezclar el jugo con un poco de agua.

También le sugiero exprimir más verduras, y no tantas frutas. Esta es una gran forma de mejorar la nutrición, sin tener que comer verduras todo el tiempo (en especial en el caso de los niños. También le recomiendo agregarle a su jugo fresco complementos de proteínas y grasas saludables, para mantener su nivel de azúcar en sangre equilibrado.

Lo mejor es tomar el jugo inmediatamente después de exprimirlo, ya que cuanto más tiempo tarde en tomarlo, más se reducirán sus valores nutritivos. Usted puede guardar su jugo en un frasco de vidrio con tapa hermética y llenarlo hasta el tope.

No debe haber ni una mínima porción de aire en el frasco, porque el oxígeno del aire (que tiene aproximadamente 20% de oxígeno) “oxidará” el jugo. Envuelva el recipiente con papel de aluminio para bloquear la entrada de luz. La luz afecta al jugo.

2. Haga mi favorito: el "jugo de té". Si usted no conoce esta receta, aquí está:

5-6 saquitos de té de hierbas descafeinado (por ejemplo, de menta, manzanilla o té de frutas)
¾ Litros agua hirviendo
Edulcorante en polvo (o líquido) a gusto

Vierta el agua sobre los saquitos de té en una olla grande. Agregue edulcorante, mientras el té está caliente. (Elija la cantidad de acuerdo con el dulzor deseado). Deje que el té se enfríe, retire los saquitos y pase el té a una jarra o a botellas pequeñas, y póngalo en la heladera.

3. Prepare su propia limonada. Conozco gente que ama esta bebida, y que la toma casi a diario (tenga cuidado si usted es sensible a los cítricos fuertes como el limón). Mezcle el jugo de medio limón, con 5 gotas de edulcorante líquido y ¼ litro de agua en una taza grande.

Puede agregar un poco más de edulcorante o limón si lo desea. Esta bebida es una gran alternativa para aquellas personas que prefieren agregarlo un poco de sabor al agua

Entonces, ¿qué le serví al final a mi empleada? ¡Agua! (Y ella se compró un sobre de jugo cuando fuimos a almorzar). Bueno, lo intenté.

Así que ahora que he demostrado por qué el jugo no es bueno para su salud y cómo usted puede preparar sus propias bebidas saludables, ¿por qué no aprender más acerca de los alimentos que le harán perder grasas?

Por Isabel de los Ríos, nutricionista certificada y autora de "Comer para perder", una obra que utiliza un enfoque original y alternativo para adelgazar en forma permanente y saludable. Encuéntralo haciendo clic aquí