Pescado contra la depresión

Según un estudio desarrollado en Inglaterra, el consumo de pescado ayuda a combatir la depresión, sobre todo en las mujeres embarazadas. Para saber más, continúa leyendo...

Según un estudio realizado por científicos
británicos, consumir pescado (especialmente salmón, sardina y arenque),
durante dos o tres veces a la semana podría ser muy beneficioso para que las
embarazadas puedan disminuir el riesgo de sufrir depresión, antes o después de
dar a luz.

El anuncio tiene una gran importancia,
pues se sabe que, según estadísticas oficiales, alrededor de un 10% de las
mujeres que se encuentran embarazadas manifiestan depresiones
agudas, y el porcentaje sube al 15% entre aquellas que serán primerizas.

El original trabajo, que fue recientemente
presentado en San Francisco ante la Asociación Estadounidense de Psiquiatría,
señala que uno de los factores que provocarían este beneficioso efecto sería
el ácido graso omega 3, que se encuentra en ciertos peces y aceites de
pescado.

Estas conclusiones fueron extraídas de un estudio en el que participaron 11.721 mujeres embarazadas. Los resultados
de la investigación demostraron que aquellas que consumieron nutrientes omega
3 de pescados de mar, durante al menos dos o tres veces a la semana, demostraron
tener menores signos de depresión tanto antes como después del parto, en
comparación con aquellas otras que no comieron este alimento, o lo hicieron en
cantidades muy reducidas.

Se sabe que aquellos pescados aceitosos
como por ejemplo el atún, el salmón, la sardina, o el arenque son muy ricos en
omega 3, una sustancia que – según muchos estudios recientes- es muy beneficiosa para la salud.

De hecho, este nutriente ayuda a prevenir la esclerosis múltiple, la artritis reumatoidea, el mal de
Alzheimer y la senilidad precoz, y aminora
los riesgos de sufrir inflamaciones o sequedad de la piel, además de
reducir los niveles de colesterol.
Y por si esto fuera poco, también durante el
embarazo, es muy útil para consolidar la formación del tejido nervioso y
ocular en los bebés.

Según afirmaron los investigadores
del citado estudio, los aceites omega 3 son nutrientes muy importantes para el
cerebro, y de hecho un bajo nivel de estos ácidos se relaciona con una menor
producción de serotonina, una sustancia química clave para el cerebro, pues
protege de la depresión.

Todo esto resulta ser fundamental en las
mujeres embarazadas, pues según afirmaron los investigadores del estudio, ellas
son especialmente más proclives a tener niveles más bajos de ácido omega 3,
pues los fetos consumen al desarrollarse muchas de las reservas que se
encuentran almacenadas en el cuerpo de la madre.

No
solo para las madres…


Pero además, otros expertos señalan que
disminuir la depresión es clave para aquellas mujeres que se encuentren
embarazadas, pues este síntoma no sólo las afecta a ellas mismas, sino también
a sus bebés, pues podría provocar en estas mujeres ciertos
desequilibrios hormonales que afectan al feto.

Por eso, si está embarazada, será hora
de dirigirse más seguido a la pescadería, pues atrás quedó el mito de que el
embarazo es un idílico período de felicidad y plenitud, y de hecho hoy se sabe
muy bien que los años fértiles de la mujer, son también los de mayor riesgo
de sufrir depresión.

Tiburón,
pez espada y caballa, los casos opuestos



El tiburón, el pez espada y la
caballa son las excepciones a la regla. Según advierten ciertos especialistas,
las mujeres embarazadas no deberían comer estas clases de pescado, pues los
mismos contienen altos niveles de mercurio, una sustancia que podría llegar a
dañar el sistema nervioso de los bebés a los que pronto se dará a
luz.

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