Vitaminas y aminoácidos para la sexualidad masculina

Conozca cuáles de estos elementos pueden ayudar a mejorar el rendimiento sexual masculino


Vitamina B3


La niacina, o vitamina B3, es un poderoso vasodilatador que extrañamente no ha
recibido mucha atención para tratar las disfunciones sexuales.


Esta vitamina aumenta el diámetro de los pequeños capilares, con lo que también
aumenta el flujo de sangre. Estimula la circulación, baja el colesterol, y es
importante para la buena salud del sistema nervioso, incluyendo el cerebro. La
niacina es también crucial para la producción de hormonas sexuales, incluyendo
el estrógeno, la progesterona y la testosterona.


Arginina


La L-arginina es un aminoácido que influye sobre la muy crucial liberación
temprana de óxido nítrico (ON) en el área pélvica, con lo que aumenta el flujo
de sangre al pene (fundamental para lograr la erección).


Si bien el estudio de este aminoácido aún no está muy desarrollado, algunos
ensayos han generado bastantes esperanzas sobre su utilidad para tratar este
tipo de problemas sexuales.


Por ejemplo, según un estudio, la arginina mejoró la función eréctil y la
satisfacción sexual en varios hombres, y el deseo y la satisfacción sexual en
mujeres que usaron productos con este componente.


El ginseng, por su parte, ayuda a convertir la arginina en ON, por lo que se
recomienda tomar este elemento como complemento de la arginina.


Citrulina


En la misma línea, la citrulina es un aminoácido precursor de la arginina. Según
algunos estudios que compararon este aminoácido con los suplementos de arginina,
la citrulina se absorbe mejor en el tubo digestivo, por lo que llega mejor al
flujo sanguíneo.


Además, la argenina, es metabolizada por el hígado, que elimina parte del
aminoácido, mientras que la citrulina, en cambio, es metabolizada por el riñón,
en donde es convertida a arginina.


Los estudios disponibles también sugieren que los suplementos orales con
citrulina podían aumentar los niveles plasmáticos de arginina en un 60 por
ciento.


La ciencia aún no tiene mucho que decir, clínicamente hablando, sobre los
remedios naturales, pero sin embargo, las evidencias “anecdóticas”, como así
también el uso por tradición, han hecho que estos remedios naturales tengan
bastante repercusión y éxito de ventas.

Y
es que cuándo se trata de las funciones sexuales, la gente parece abrirse mucho
más a este tipo de remedios alternativos, incluyendo también los menos probados,
los cuales podrían ser sin dudas una muy buena opción, aunque esto no debería
ser excusa para que los distribuidores se aprovechen de esta situación y
comercialicen productos cuyos efectos no hayan sido mínimamente probados…