Derechos Humanos e Inmigrantes

 “ Todas las personas tenemos los mismos derechos", hermosa frase para disfrazar una realidad que está muy lejos de la verdad cuando de Inmigrantes se trata (y sobre todo indocumentados)...

Me refiero a todos quienes dejan el suelo patrio buscando en otra tierra las oportunidades que su propio país les niega.

Pero dejemos claro, qué se entiende por "indocumentado"?, la Real Academia de la Lengua Española, define: Indocumentado-(da). Adj. Dicho de una persona: Que no lleva consigo documento oficial por el cual pueda identificarse, o que carece de él.

Los Derechos Humanos son derechos básicos que nos protegen desde nuestro nacimiento, porque son parte de nuestra condición de seres humanos, de personas.

Si bien se establecieron en la mundialmente conocida Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual fue firmada por todos los países que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestando su compromiso voluntario para cumplirlos y respetarlos, a la fecha, estos elementales y sagrados derechos son conculcados, violados o simplemente ignorados.

Pero, además se dice por ahí que cuando nuestros derechos fundamentales reconocidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por la Constitución Política del Estado u otras leyes, sean violados, se debe recurrir a los tribunales competentes.

¿ Cuáles son esos tribunales competentes para los inmigrantes indocumentados?, acaso…¿ las comisiones de Congreso?, ¿la Asamblea Permanente de Derechos Humanos?, o ¿las organizaciones no gubernamentales (ONGs) relacionadas con los temas de quejas y reclamos?, acaso ¿El Defensor del Pueblo?

Pues la respuesta es que ninguna de las citadas aboga por los inmigrantes, ninguna trata con seriedad y perseverancia las múltiples quejas que día a día se producen en todos aquellos países donde la presencia de la comunidad inmigrante es palpable, y los más lastimados, los más afectados sin duda son aquellos indocumentados mal llamados "ilegales".

Como están las cosas, queda ratificada la frase que sentenció el Juez Baltasar Garzón, en relación a este tema: -La Inmigración es la vergüenza de los países ricos -.

Queda la esperanza de que este escabroso tema de la Inmigración siga siendo tratado con seriedad y respeto en eventos venideros, tal como ha ocurrido a principios de este mes en Torres, Jaén en las III Jornadas de Inmigración e Integración cuya convocatoria nunca más acertada, estaba encabezada por el Juez de la Audiencia Nacional Dn. Baltazar Garzón Leal y contó con la concurrencia de entre otras personalidades, los Ministros Rubalcaba, Corbacho y Moratinos, todos con el unísono compromiso de trabajar por la inmigración legal.

Ser indocumentado en cualquier país es una invitación a la violación de sus derechos humanos.

En efecto, un inmigrante indocumentado depende del país donde se encuentre en mayor o menor intensidad es un estorbo legal, pero un mal necesario. Mal necesario, porque aunque a partir del 11 de septiembre del 2001 las medidas anti-inmigrantes se han recrudecido en todo el hemisferio pero de manera especial en los países cuya economía es atractiva para quienes emigran de países pobres y desestabilizados; es entonces que ese "mal necesario" se vuelve fundamental para el sostenimiento de la economía de cualquier país poderoso o nuevo rico.

De hecho, los inmigrantes no sólo han construido naciones, sino que las han sostenido, y aún lo hacen, pese a que su trabajo no es justamente remunerado y sus condiciones de vida son precarias en la mayoría de los casos debido al hacinamiento en que sen obligados a vivir, (porque no pueden rentar una casa, piso o apartamento; a la desintegración familiar; a la fatiga diaria por no poder acceder en la mayoría de países a una licencia de conducir (impidiéndoles consecuentemente a comprar un coche, por tanto, deben realizar largas caminatas y depender del transporte público).

Asimismo, la precariedad también se refleja en no poder contar con un documento de identificación válido en el país donde se encuentran, (que les permita circular libremente); de igual modo, por no poder trabajar legalmente (permitiendo voluntariamente ser sometidos a un vergonzoso modo pre-capitalista de producción: explotación del hombre, por el mismo hombre; pues su trabajo, si es que es pagado, cumple horarios esclavizantes y tiene una remuneración generalmente inferior al salario mínimo.

Otro factor, es la falta de atención médica (lo que da lugar a alarmantes índices de enfermedades, desnutrición y anemia tanto en niños como en adultos); tampoco pueden asociarse libremente (por no tener papeles en regla y dependen de leyes especiales que rigen las asociaciones, por
tanto no pueden reclamar por sus derechos, dependen de un "padrino" o "aval" con papeles en regla para intentar conocer sus derechos, disfrutar de algunos beneficios, y reclamar un trato más humano).

Pero el problema mayor es la psicosis de persecución en la que viven, el miedo constante a ser deportados, ese terror a las autoridades de inmigración… la temida "migra", la policía nacional, la Guardia Civil o policías locales que ahora coadyuvan en esta labor, y para no dejar pendiente esta asignatura, no olvidemos el pánico que han despertado las patrullas del Ejército junto a la Policía en Italia, las cuales estarán vigentes por seis meses, en un principio, luchando por la Seguridad Ciudadana en ese intento reiterativo de equiparar inmigración con delincuencia; la noticia dejó estupefactos a algunos e indiferentes a otros:

Cuando el plan conjunto de los ministerios de Defensa e Interior se aplique plenamente, un total de 3.000 efectivos entre soldados y carabineros (policía militarizada) se desplegará por nueve ciudades más representativas de Italia (Roma, Milán, Nápoles, Bari, Catania, Padua, Palermo, Turín y Verona) y centros de inmigrantes de varias localidades”.

Art. 22.- Derecho a la seguridad social (Toda persona como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social y a obtener mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su responsabilidad).

Art. 23.- Derecho al trabajo (1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

2. Toda persona tiene derecho sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.

3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana

4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Art. 25.- Derecho a una vida digna (Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido. La vivienda. La asistencia médica y los servicios sociales necesarios).

¿A qué instancia pertinente recurren entonces los inmigrantes indocumentados para ser escuchados y hacer valer sus derechos humanos?

¿Es posible que sólo sean los inmigrantes indocumentados los que sufran en patria ajena? ¿ o es posible que haya por ahí, y no nos enteramos, inmigrantes con papeles o con todos los requisitos para obtenerlos, que están viendo conculcados sus esenciales derechos?

Se me viene a la memoria fragmentos de los versos adaptados del poeta mexicano Julio Sexto:

“…marchan con los ojos fijos en el suelo, cansados, en vano de mirar el cielo…”

“…de sus pobres cuitas ni el Señor se apiada, porque de estas cosas…Dios no sabe nada.”

O el caso de Estados Unidos, donde se ha vuelto común ver a activistas e inmigrantes luchando contra las redadas inmisericordes, observan impávidos e impotentes la deportación diaria de gente arraigada, con familia, enferma y con la duda de no saber si se adscriben o no a la novedosa figura de la Repatriación Voluntaria suscrita entre EE.UU. y México, pero, no tienen permiso de trabajo ni de residencia.

Y recientemente Francia anunció que en la presidencia semestral de la Unión Europea, presentará un plan para una concertada ofensiva contra la inmigración ilegal que espera el bloque adopte sin objeciones, pese a diferencias pendientes y acusaciones de xenofobia.

En la propuesta, que será discutida por los ministros del Interior de la UE en Cannes, los líderes del bloque se comprometerían a aumentar la lucha contra la migración ilegal, expulsar a más inmigrantes sin papeles y confirmar los compromisos sobre una política común de asilo para el 2010.

Los ejemplos siguen y suman, por ello o expuesto no es nada más ni nada menos que la flagrante violación a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, particularmente a los siguientes artículos:

Art. 1.- Derechos con igualdad (Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros).

Art. 2.-. Derechos sin diferencias (1. Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de etnia, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento, u otra condición.

Art.3.- Derecho a la libertad y seguridad (Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona).

Art. 4.- Nadie se someterá a la esclavitud (Nadie estará sometido a la esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas)

Art. 6- Reconocimiento de nuestra ciudadanía (Todo ser humano tiene derecho, en todas partes al reconocimiento de su personalidad jurídica)

Art. 7.- Todos tienen derecho a la protección de la ley (Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienes derecho e igual protección contra la discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación).

Art. 8.- Derecho a la justicia (Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o por la ley).

Art. 13.- Derecho a circular libremente (1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado).

Art. 15.- Derecho a la nacionalidad (2. A nadie se le privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho de cambiar).

Art. 16.- Matrimonio y familia (3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado).

Art. 20.- Derecho de asociación (1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas).

Por Ivette Durán Calderón
[email protected]
www.ivettedurancalderon.com

Todo lo que necesitas saber sobre inmigración, visas, leyes de residencias y ciudadanía, lo encontrarás en EmigraciónLegal.com