Cuando nuestros asuntos personales se superponen con las obligaciones financieras, a veces no tenemos tiempo para acercarnos hasta un banco. Gracias a Internet, ya no hace falta que acomodemos nuestros horarios a los del banco.

Los
sistemas de “online banking” permiten a los usuarios conectarse a un servidor
de servicios financieros desde su casa, en cualquier momento del día. La manera
en que se brinda cada servicio específico varía de banco a banco. Sin embargo,
la mayoría de ellos permite efectuar las siguientes operaciones mediante una
computadora: 

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Comprobar el balance de sus cuentas
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Transferir fondos entre cuentas
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Pagar sus cuentas de forma electrónica

La
mayoría de los bancos online ofrecen cajas de ahorro, cuentas corrientes,
cuentas para cheques y comprobantes de depósito. Aquellos que poseen servicios
más sofisticados también permiten a sus clientes: 

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Bajar información sobre sus cuentas a sus computadoras personales
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Pedir préstamos
*
Comerciar bonos o comprar acciones en fondos de inversión.

Cómo
elegir un banco online
 

Si
usted se encuentra satisfecho con el servicio que le brinda su banco
actualmente, averigüe si ofrece servicios de “online banking”. Si los costos
adicionales son razonables, quizás sea mejor operar con una entidad conocida.
Si elige un banco nuevo, busque uno que esté asegurado por la Corporación de
Seguros para Depósitos Federales (FDIC), que sea sólido financieramente y que
provea los servicios que usted necesita a un precio que pueda pagar. 

Qué
se necesita
 

Los
bancos online más antiguos y establecidos, requieren que los clientes instalen
algún tipo de software de gestión como Quicken o Microsoft Money. Las entidades
que proveen servicios online más actualizados permiten que los usuarios se
conecten directamente al sitio web del banco, para que puedan usar el software
del propio banco. 

Qué
se paga
 

El
facilidad que brinda efectuar operaciones bancarias desde cualquier lugar hace
que este servicio sea más caro que el tradicional que presta un banco. Las
tarifas van desde $3,95 a $6,50 por mes para los servicios básicos. Algunos
bancos cobran un importe mensual adicional –que puede ir desde $4,50 a $6– por
el servicio electrónico de pago de cuentas. 

Abriendo
una cuenta
 

Una
vez que ya se ha elegido el banco con el que se va a operar por Internet,
generalmente se puede completar la información para abrir una cuenta en el
sitio web del banco. Luego, se deberá activar la cuenta enviando al banco un
depósito inicial y una tarjeta firmada por correo. Una vez que su cuenta online
se encuentra establecida, podrá pedir que depositen su sueldo o su jubilación
directamente en esa cuenta. Además podrá enviar sus depósitos por correo al
banco o transferir fondos de forma electrónica desde otra entidad financiera. 

Pagando
cuentas online
 

Al
pagar una cuenta online, lo que se hace es ordenar al banco online que envíe un
cheque por un importe determinado a un individuo o compañía específica. El
banco, a su vez, deduce este importe de este cheque de su cuenta. Luego o bien
envía por correo un cheque en papel al destinatario, o transfiere fondos desde
su cuenta para cheques directamente de forma electrónica a la cuenta de
destino. En su informe mensual, que puede consultar online, se detallan todas
sus transacciones. 

La
mayoría de los bancos online también le dan una chequera en papel, que usted
puede usar cuando necesite pagar una cuenta o hacer una compra en persona.
Además recibirá una tarjeta de débito o una tarjeta para cajeros automáticos
(ATM), que podrá usar para obtener efectivo o hacer compras. 

¿Qué
tan seguro es?
 

Con
la mayoría de los bancos online, usted no podrá hacer negocios a menos que su
navegador de Internet soporte el nivel más alto de encriptado. Este método
evita que las transacciones en Internet puedan ser vistas por ojos indiscretos
mientras se realizan.