De los 18 meses en adelante, los
niños experimentan temores de distintos tipos.
No debemos tomarnos a la ligera esos
miedos, por ridículos que nos parezcan. Tampoco debemos preocuparnos
excesivamente de ellos, pero si debemos hacerle frente correctamente.
Debes ayudar a tus hijos,
explicándoles de la forma correcta, como solucionar el problema que tienen y
porque no deben tener miedo a los seres y hechos que se les presentan.
Apoyemos los mientras van venciendo sus miedos.
Si el niño es propenso a las
pesadillas, debemos evitar los cuentos de miedo a la hora de acostarlos y,
debemos controlar la programación de televisión que mira.
Si tiene un peluche o muñeco de su
agrado, que lo hace sentir seguro, no lo desapruebes. Con el tiempo ira
sintiendo confianza en sí mismo, y dejara el acompañante de lado.
Acompañe al pequeño brindándole cariño. Abrácelo, escúchelo y mímelo.
Enseniele a respirar correctamente para lograr relajarlo.