Los padres se preocupan o se confunden frecuentemente por los cambios en sus
adolescentes. La información siguiente intenta ayudar a los padres a entender
esta fase del desarrollo.
Cada adolescente es un individuo con su personalidad única, intereses
especiales, gustos y disgustos. Sin embargo, hay numerosos elementos comunes en
el desarrollo que todo el mundo confronta durante los años de la adolescencia.
Los sentimientos y el comportamiento de los adolescentes en los últimos años de
la escuela secundaria se describen abajo:
Movimiento hacia la independencia
-
Funcionan con mayor independencia -
Tienen un sentido de identidad propia más firme y cohesivo, -
Examinan sus experiencias internas, -
Logran la habilidad de pensar en las consecuencias de sus ideas, -
Exhiben un aumento en la habilidad para posponer la gratificación o la
satisfacción personal, -
Disminuyen los conflictos con los padres, -
Efectúan un aumento en la estabilidad emocional, -
Hay un aumento en su preocupación por otros y un aumento en su
auto-suficiencia, y -
Permiten que las amistades sigan siendo importantes y ocupen el lugar
apropiado entre todos sus otros intereses.
Intereses futuros, cambios cognoscitivos
-
Los hábitos de trabajo se hacen más definidos, -
Hay un aumento en el interés acerca del futuro, y -
Se le da mayor importancia al papel que se juega en la vida.
Sexualidad
-
Sentimientos de amor y de pasión, -
Desarrollo de relaciones más serias, -
Firme sentido de su identidad sexual, y -
Un aumento en la capacidad para sentir amor tierno y sensual.
Moralidad, valores y dirección propia
-
Mayor capacidad para establecer sus propias metas, -
Interés en el razonamiento moral, -
Capacidad para hacer uso de la intuición, -
Mayor énfasis en su dignidad y amor propio, y -
Las tradiciones sociales y culturales vuelven a ganar parte de su importancia
previa.
Los adolescentes varían un poco de las descripciones dadas arriba, pero los
sentimientos y el comportamiento descritos son los considerados normales para
cada etapa de la adolescencia.
Fuente: American Academy of Child and Adolescent Psychiatry