Las discusiones constantes entre alumno y profesor pueden generar una antipatía que repercuta en las calificaciones. ¿Es posible evitar llegar a una situación extrema? Le sugerimos algunos consejos para tratar con una mala maestra

Es bastante frecuente
escuchar a los hijos decir que determinada maestra o
profesor le tiene manía. Esta visión puede resultar en muchas ocasiones
exagerada, pero ¿qué ocurre cuando esta apreciación es cierta?

“Es muy difícil de demostrar que existe una antipatía por parte de un
maestro. Cada quien tiene su carácter y lo que es mal humor en general puede
tomarse de modo particular y comienza así el problema.

Si las quejas son generalizadas lo que hay que hacer es colocar un veedor en
el salón para que analice realmente la conducta del profesional y si los
problemas surgen a raíz de los
exámenes escritos, lo acertado es que se pida una
segunda opinión
”, sostiene la pedagoga argentina Sandra Mazzei.


En el hogar, la manera más sencilla de advertir si el hijo realiza comentarios
adversos hacia un maestro y éstos son fundados es analizando el rendimiento en
general del alumno.

“Es muy probable que un buen estudiante, de comportamiento ejemplar no tenga
problemas en relacionarse con sus maestros, pero si en una de las asignaturas su
nivel académico es cada vez peor, es evidente que hay algo muy particular que
está pasando y es motivo de consulta ya que muy probablemente exista un
conflicto de entendimiento con ese maestro que haya que modificar
”,
determina la psicopedagoga.


Pasos a seguir ate una mala maestra


1.- Si el niño es muy pequeño, pero manifiesta incomodidad al ir a la escuela o
se queja de las actitudes de su maestra, lo más adecuado es pedir una reunión
entre los padres y la educadora para clarificar lo que está ocurriendo.


2.- Si ya se es mayor, la opción de la comunicación es la más válida. “El
alumno debe pedir una cita con la misma maestra o con su tutor para poder
analizar qué es lo que está ocurriendo.

Lo más conveniente es que haya tres personas en esa reunión para que la
tercera persona que es externa pueda evaluar lo que está pasando y orientar de
un modo objetivo acerca de la resolución del problema
”, explica la
profesional.


3.- Manifestar buena predisposición: “el alumno, más allá de la injusticia de
la que puede estar siendo víctima debe mantener la calma y ser respetuoso.

Nunca ponerse en contra del profesor ni hacer la situación más difícil ya que
el principal perjudicado será él. Siempre de un buen modo se puede discutir una
calificación que se considera injusta o si se mantiene la tranquilidad,
cualquier profesor por más antipático que sea debe poder estar disponible para
atender las necesidades de un estudiante
”, argumenta la psicopedagoga.


4.- En los casos en los que no es posible acercarse verbalmente al maestro, lo
más acertado es no dejar pasar el tiempo y comentar lo que está ocurriendo con
el director del establecimiento y con el gabinete psicopedagógico ya que siempre
es mejor que las autoridades estén al tanto de lo que está sucediendo y pueda
actuar de la mejor manera.