Antes del evento son como las superamigas pero misteriosamente, conforme se
acerca la fecha, mi madre se encarga de convertirlas en enemigas íntimas, usando
y abusando de cualquier detalle insignificante, que cumpleaños mediante, se
convierte en significantísimos y la excusa perfecta para que ella diga en voz
alta: má, si, no hago nada y san se acabó. Igual entiendo que el efecto
cumpleaños le produce un efecto psiquico hormonal que pobre mami para lidiar con
eso.
Por ende, plan A: reconciliación en puerta. No sé si tanto por ellas, sino
porque quiero tener la fiesta en paz.
Y si Houston have a problem, rezaré a
las altas esferas para que lo conjuguen por mi o en su defecto, me provean de
altas dosis de paciencia en comprimidos.
Además para contemporizar sus deseos pre cumpleaños que se vuelven normales post cumpleaños. Ejemplo empezar la
dieta y gimnasia y limpiar psicotícamente la casa porque ve más tierra, que la
que Colón vio cuando descubrió el continente americano.
Para escuchar las
promesas, pro cumple, solemnes que se hace a sí misma y al mundo para ver como
se arrepiente después.
Soportar los snifes (llanto) que cosecha al espejo, que
hace rato dejo de decirle, al estilo de los cuentos: espejito, espejito.
Y
reconozca hipando que necesita más de un chasis de chapa y pintura urgente,
entre las canas que ya no se las arranca, creo que se resignó y entre los
rollitos que se le rebalsan en el abdomen que la tienen a maltraer.
Tengo que
tener cuidado de dejarle a mano los pantalones que le entran, sin dejarla de un
azúl cianótico, los otros los tengo que esconder por si
adelgaza alguna vez de
nuevo.
Ah y de riguroso negro, ella se carga a si misma y se dice parezco de
luto, pero en realidad es porque todas las mujeres sabemos que el color negro,
estiliza. Lástima que no logra el mismo efecto con las ideas.
Todo esto a los
fines de no sé si comeremos perdices, pero por lo menos, a la luz de la
bengala que portará la torta, nos reiremos con mamá otra vez todos juntos como
todos los años.
Y le festejaremos un año más de raye, que se le va a hacer las
madres vienen en combo, lo bueno y lo malo, en fin, son las cosas de la vida,
son las cosas del querer.
Para colmo mi padre, cumple el día inmediato después,
voy a fundar el club de autoayuda: pro hijos e hijas próximas/os al cumpleaños
de los progenitores. Uys, me voy corriendo, ahí viene y me olvidé de elegir la
bengala.
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loca
Por Florencia Iara Rodríguez Gervasoni
Mónica Beatriz Gervasoni
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