La falta de límites en los niños no se debe a una bondad o
cariño excesiva para con nuestros hijos. La razón primordial, que muchos niegan,
es el miedo que tenemos a regañarlos.
Existen 5 miedos fundamentales:
-A que no nos quieran por lo poco que
nos ven
-A que no nos cuenten sus cosas.
-A disgustarlos
-A que nos tachen como anticuados
-A que fallen o sufran
Todos estos, son miedos que inventamos
los padres. El mayor y único miedo que deberíamos tener es que nuestros hijos
crezcan irresponsables. Los límites no se negocian, nunca.