Cómo superar el miedo a la oscuridad

El miedo a la oscuridad es uno de los temores más frecuentes en los niños (y también en muchos adultos). Consejos para ayudarlos a vencer el miedo que provoca la oscuridad


Muchos niños temen a la oscuridad. A veces, el miedo se desvanece con el paso de
los años, sin embargo, hay también adultos que sienten ese temor inexplicable.


Entre las sugerencias a implementar en la vida de todos los días, podemos
destacar:


1.- Hacer todo lo posible para identificar aquello que provoca el miedo. Pueden
ser ruidos o un estilo de vida que debe modificarse.


En muchas ocasiones, acostarse muy tarde, ver películas de terror o leer cuentos
de ciencia ficción pueden ser los disparadores del temor a la oscuridad.


2.- Una vez que se tenga claro qué es lo que ocasiona el miedo, lo mejor es
mantener una postura razonable y analizar ese temor lo más que se pueda.


Si por ejemplo el miedo se centra en la posible presencia de ladrones, lo más
acertado será comprar una buena cerradura o colocar una alarma.


Según lo que sea que intimida, se tendrá que actuar para contrarrestar el temor
específico que se esté sufriendo.


3.- En el momento de irse a dormir, es preciso pensar en cosas agradables y
positivas. Escuchar una música tranquila puede ser de gran ayuda.


También es una buena opción, el planificar el fin de semana. Distraerse con
pensamientos agradables es la mejor manera de disipar los temores.


4.- Establecer rutinas de relajación. Antes de irse a la cama, se puede
considerar el tomar un baño de inmersión.


La idea es conseguir dejar el estrés y las tensiones de lado. De esta manera se
logrará asociar el momento de la oscuridad con el descanso, la calma y el
alivio.


5.- Evitar todo aquello que pueda provocar temor. Prescindir de las películas de
miedo o de acción, sobre todo durante la noche.


Intentar no escuchar historias que provoquen temor e incluso no ver las noticias
para evitar predisponerse negativamente.


6.- En cuanto a los niños, más allá de estos consejos, mediante el juego es
posible lograr que vayan perdiendo la ansiedad y los nervios que provoca en
ellos enfrentarse a la oscuridad.


El juego de llevar los ojos vendados para encontrar a alguien es muy útil ya que
aprenden a manejarse con mayor confianza en la oscuridad y aprenden también a
diferenciar todo aquello que se encuentre en el ambiente.


Interactuar con el mundo sin tener que utilizar la vista les será de gran ayuda.


7.- Dejar encendida una luz tenue es otra de las alternativas que se pueden
considerar, sobre todo si el temor es muy intenso.


La idea es que prácticamente no ilumine la habitación. Si el niño llora o llama
en mitad de la noche, hay que tranquilizarlo sin encender la luz principal ya
que lo que se conseguirá si se prende es alimentar el problema y justificar la
actitud del pequeño.


Solamente cuando el niño se haya serenado del todo, se podrá encender la luz.