Las medidas preventivas deben extremarse en los sitios donde hay mucha
aglomeración de gente. “Siempre es bueno explicarle a los pequeños la
importancia de no alejarse de la vista de los adultos, por más
niños que sean es
importante que ellos vayan entendiendo los límites que existen entre una
travesura y una imprudencia que puede traer consecuencias muy graves”,
sostiene la psicóloga española Marta Fernández Guido.
Cómo evitar que los niños se pierdan
Si el niño es muy escurridizo, lo más conveniente es que dentro de su ropa lleve
una tarjeta con los datos del domicilio y número de teléfono. Antes de salir de
casa, es adecuado explicarle que se estará en un lugar público con mucha gente y
que no debe despegarse del lado del adulto que lo acompaña.
También es un buen momento para comentarle que en caso de que se pierda, se
dirija al puesto de información y que no se separe de allí, que en caso de
pérdida, será el lugar de encuentro.
También es adecuado informarle que si se estará en un sitio cerrado, no debe
salir a la calle en caso de que se pierda ya que la única manera de poder ser
encontrado es si no sale del lugar.
Es de vital importancia que en caso de que un hijo se extravíe se pueda mantener
la calma. “Es un momento de mucha tensión y nerviosismo. No es fácil mantener
los nervios alejados de la situación, pero la única manera de poder pensar en
los pasos a seguir se relaciona con el grado de tranquilidad que se pueda tener
en un momento tan trágico.
Con la cabeza clara se podrá determinar qué se debe hacer para lograr
efectividad en la búsqueda”, comenta la profesional. Otro de los factores a
tener en cuenta es el advertir al niño que no se vaya con ningún extraño.
“La intención de esta recomendación no es la de alarmar o asustar al pequeño,
sino que éste pueda comprender que no debe irse con ningún desconocido y en caso
de amedrentamiento, lo que debe hacer el niño es gritar con todas sus fuerzas
que alguien que no es su padre o madre se lo está llevando, es la mejor manera
de alertar a la gente para que pueda hacer algo”, comenta Fernández.
La mayoría de estos imprevistos suelen manifestarse por distracciones que pueden
evitarse. “Los padres o los adultos que acompañen al menor tienen que tener
toda la energía puesta en el niño.
No hay excusas que sirvan para explicar un extravío. Hay pequeños que son
rebeldes y revoltosos, si es necesario salir, lo más adecuado es pedir la ayuda
de otro adulto para que pueda acompañar y vigilar al pequeño.
Ningún tipo de precaución es suficiente cuando se trata de evitar estos
incidentes que pueden terminar en verdaderas tragedias”, aconseja la
psicóloga.
Si el menor es un bebé que está dentro de un cochecito, éste siempre tiene que
estar orientado de tal modo que el niño pueda estar visible en todo momento.
“Aunque parezca una precaución menor, es mejor quedarse en el hogar si se
está muy cansada o se ha dormido poco, ya que hay muchos casos de incidentes que
se originan por la falta de descanso que hace que se cometan errores”,
finaliza diciendo la experta.
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