Los nietos y los límites

Para los abuelos, poner límites a sus nietos es diferente que cuando lo hicieron con sus hijos. Aquí le ofrecemos algunos secretos para mejorar la relación con sus nietos y enseñarles cómo comportarse.

A lo
largo de su vida usted ha educado a sus hijos y eso fue más que suficiente.
Pero ahora aparecen los nietos, que también requieren de disciplina y
educación, y las cosas parecen no ser tan fáciles.  ¿Sirve tomarse unos minutos para pensar las cosas? ¿Sirve alguna
palmada? ¿Cómo se puede evitar las confrontaciones con los chicos cuando son
muy obstinados? o ¿Cómo se los maneja?

Infundir disciplina a los
chicos no es una tarea fácil, frecuentemente padres y abuelos encuentran
diferencias a la hora de ponerse de acuerdo en la mejor manera de hacerlo.

Si bien, los niños tienen
diversas reacciones ante los métodos disciplinarios que se les enseñan, estos
consejos podrían mejorar sus posibilidades de conseguir un comportamiento
positivo en los chicos de todas las edades.


Las cosas que se deben saber

 

Evite los doble mensajes

Los niños, especialmente
cuando son muy pequeños, se comportan mejor cuando sus vidas son consecuentes.
Corregir ciertos comportamientos un día y no hacer nada frente a la misma
situación otro día, confunde a los niños.

Sea consecuente con sus
nietos acerca de los comportamientos que están bien y los que no. Hable con los
padres de sus nietos sobre las reglas de convivencia familiar y cómo ellos
habitualmente manejan los problemas.

Lo mejor es modificar sus
estrategias para que sus nietos se reflejen en usted, aunque son los padres
quienes deben tomar la responsabilidad de manifestar cómo deben comportarse los
niños.

Primero, dialogar

Hable con sus nietos, así
como lo hizo con sus hijos. Si está llevando a su nieto a jugar al parque,
dígale qué comportamiento espera de él cuando está en un lugar público.

Déjele en claro que no le
tolerará malos comportamientos. Si una noche se quedó a cuidarlos o se va de
vacaciones con ellos, antes que nada hable con sus padres para saber los
límites y las reglas de los chicos, como a qué hora se van a dormir, si pueden
salir a la calle a jugar o si pueden estar solos en la playa.

Los chicos, sin importar
la edad, requieren que los adultos establezcan límites, por más que no siempre
los cumplan. De todos modos, los niños siempre estarán evaluando esos límites.

El fin de la disciplina
es la educación. Cuando se le impone disciplina a un pequeño, se le está
enseñando a autocontrolarse, a respetar a sus compañeros y a los demás, a estar
seguros de sí mismos y a diferenciar entre lo que está mal y lo que está bien.

Recuerde que la manera
que usted con sus nietos es tan importante como lo que le está diciendo.

No los humille ni utilice
un tono de voz burlón. Intente utilizar un lenguaje directo y enfatice lo que
está diciendo. Los gritos pueden mostrar a los chicos que está perdiendo el
control y lo que quiere usted es mantener la autoridad.

Anime a sus nietos a
comunicarse con usted, también. Conversar acerca de un problema de conducta
pueden hacer entrar en razón sobre el por qué del mal comportamiento y sobre
qué puede ayudarlo a usted a encontrar la solución a un problema. Ayudar a sus
nietos utilizando palabras para expresar los sentimientos puede apaciguar la
mala conducta.

Para los más pequeños,
las conversaciones pueden distraerlos de acciones poco deseadas, como romper un
juguete o tirar un vaso al piso. 

Esté preparado

Antes de perder el tiempo
con sus nietos, pregúntele a sus padres cómo hacer para evitar cualquier actitud
de mala conducta. Por ejemplo, si está de vacaciones con sus nietos y tuvieron
un día formidable de playa, búsquele actividades tranquilas para evitar el mal
comportamiento que los dejaría exhaustos o bien, hiperestimulados. 

Si usted sabe que sus nietos
se pelean constantemente, intente visitarlos por separado. O si usted sabe que
a Nicolás, de tres años, se pone a gritar cuando debe guardar sus juguetes,
intente acercarse desde diferentes lugares, como ayudar a juntarlos o hacer un
juego del orden.

Conocer cómo sus padres
reaccionan ante ciertos malos comportamientos, lo ayudará a estar mejor
preparado para manejar una situación conflictiva. 


No pierda la calma

Seguramente usted tendrá
que corregir varias veces una mala conducta antes de que sus nietos no lo hagan
más, sobre todo cuando son muy pequeños u obstinado, o ambos. Explíquele que el
buen comportamiento lo ayudará a lograr cosas buenas mucho más rápido.

Usted es el
adulto, no ellos

No solamente pegar o
gritar a los chicos le causa miedo, sino que demuestra la pérdida de control de
la situación. Hasta puede enseñarles a utilizar estos mismo métodos entre sus
pares. Demostrar su propio buen comportamiento y autocontrol cuando existe un
conflicto, ayuda a los chicos a reaccionar de la misma manera.

Relacionarse con los
demás adultos y con sus nietos en un ámbito de calma y buenos modales, sobre
todo hasta cuando se comportaron mal y le colmaron la paciencia, representa un
buen ejemplo. Puede ser un modelo para sus nietos, incluso con la manera en que
los disciplina.

Los castigos físicos son
poco efectivos a través del tiempo, representan un mal ejemplo y puede alentar
conductas agresivas en los chicos.


Bajando los decibeles

Si el comportamiento de
sus nietos lo hizo enojar, dese tiempo para enfriar la situación antes de
reaccionar. Dele tiempo a sus nietos para tranquilizarse. La disciplinaria y
las palabras serán una pérdida de tiempo, cuando un chico está nervioso o
disperso.

Un “tiempo fuera” puede
brindar unos momentos de tranquilidad para que tanto chicos como adultos bajen
los decibeles, tomen distancia de la situación y la observen con otra
perspectiva. Durante este “tiempo”, usualmente los chicos se quedan solos y
tranquilos en algún lugar de la casa.

La disciplina más
efectiva es tomar una actitud adulta ante cualquier conflicto, en vez de seguir
una seria de técnicas particulares.

Los siguientes aspectos
son esenciales para una estrategia efectiva para la disciplina de los chicos:

     Buena, tolerante y cariñosa relación entre el
adulto y el chico.

     Reforzar los buenos comportamientos para
incrementarlos.

     Aplicar castigos para reducir o eliminar las
conductas no deseadas.

Cuando ya están llegando a la adolescencia o se ponen más
rebeldes, ajuste el castigo y adminístrelo con amor.