Los niños necesitan jugar

El principal problema de las agendas sobrecargadas de los niños de hoy en día es que no dejan lugar para algo imprescindible para su normal desarrollo: jugar.

El juego de la
imaginación
 

El
principal problema que presentan estas agendas sobrecargadas de las que
hablábamos es, en el caso de los niños, que no le dejan lugar a jugar.

Recordemos
cuando nosotros éramos chicos como jugábamos a ser otras personas, como
hacíamos uso de nuestra imaginación para ser cualquier otra persona que
quisiéramos ser y para viajar a cualquier mundo posible o imposible. 

Esto es un
“arte” que parece un tanto perdido. En gran parte, esto se debe a que necesita
de cierto tiempo de desarrollo. Si el chico está todo el tiempo en movimiento,
no tiene un momento para crear las historias en su cabeza, no tiene el tiempo
para, de alguna forma, convertirlas en “reales”. 

La imaginación como juguete
fundamental, algo que debería ser impulsado todo lo posible por los excelentes
resultados que trae para nuestros hijos, parece estar cada vez más perdida,
entre las corridas diarias.

Y
es que la vida familiar también se ha convertido en una gran carrera donde se
está constantemente yendo de un lado al otro, y ni siquiera todos juntos, sino
que muchas veces pareciera ser que las actividades deben ser realizadas en
lugares totalmente distintas una de la otra. 

La cena se ha convertido en un
momento para, muchas veces, ser pasado lo más rápido posible y que debe encajar
perfectamente entre las múltiples ocupaciones y el programa de televisión preferido de x
miembro de la familia. Es todo parte de este mismo estilo de vida “moderno” que
prepondera en la sociedad actual.

Es
más, muchos padres se preocupan de que sus hijos no estén teniendo tiempo
suficiente para jugar y desarrollar la imaginación, pero el constante correr
inmediatamente los arrastra una vez más y estas preocupaciones quedan para más
adelante, superadas porque hay que llevar al menor de la familia a la clase de
natación. No tienen ni siquiera tiempo suficiente para analizar con cuidado
esta circunstancia y acomodarse en concordancia.

Y,
de esta forma, una vez más, el tema se deja de lado y la situación sigue siendo
exactamente la misma.
 

Dándose cuenta 

Como
en cualquier problema que se presenta en la vida, la clave para que no se
vuelva demasiado grave o imposible de manejar es tener la
capacidad de darse cuenta de que existe tan pronto como sea posible, en su
estado más germinal. 

Pero además debemos ser capaces de actuar en consecuencia
del problema que estamos viendo, porque, lógicamente, ningún problema de esta
índole se puede solucionar por sí mismo. 

Las soluciones
sólo llegan cuando
dejamos de lado las conductas que los ocasionan y permitimos que el cambio de
la situación arregle el problema.

Por
esto es que deberíamos tener al menos alguna idea de cuales son los síntomas (psicológicos, principalmente) a los que debemos estar atentos para ser capaces
de detectar que nuestros hijos están teniendo una agenda demasiado cargada y que
no les deja suficiente tiempo libre para realizar otras actividades que también
son importantes para ellos.