Es normal
en determinada etapa de la
vida escolar de un niño el no querer ir al colegio.
“Hay señales que advierten cuando este desgano puede llegar a convertirse en
un serio problema.
Lo importante es hablar con el menor y también asistir al
establecimiento educativo para hablar con los directores y profesores”,
sostiene la psicopedagoga argentina Luciana Massa
Sugerencias principales a tener en cuenta:
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Lo que hay que hacer en primer lugar es intentar reconocer cuál es la causa que
genera esa depresión o malestar en el niño.
“A veces no es fácil y el pequeño
muchas veces no sabe realmente identificar el problema. Pueden ser los
compañeros, el ambiente o los maestros.
Hay que profundizar mucho en el tema y
preguntarle por más que no pueda responder. Saber sobre los amigos y estar
siempre alerta observando sus actitudes dentro y fuera del colegio”,
sostiene la profesional.
·
La comunicación entre padres y
educadores
es fundamental. “Los padres tienen
derecho a pedir las entrevistas que crean necesarias con los tutores o
profesores de su hijo y desde la escuela e debe brindar apoyo tanto a padres
como a los niños que están sufriendo un malestar evidente que se refleja tanto
en el colegio a nivel calificaciones como en el propio hogar con conductas
indeseadas y falta de ganas en todo lo referido a su educación”, comenta la
especialista
·
Si hay un problema puntual por el cual el niño no quiere asistir a clases hay
que trabajar en conjunto con los maestros para poder solucionarlo. “Por lo
general los conflictos que se suelen dar en una clase son peleas con compañeros,
malos tratos entre pares o el nivel de exigencia es superior a la capacidad del
niño, pero este último punto se puede solucionar si a tiempo se toman las
medidas necesarias para que el pequeño no desarrolle una fobia, bloqueo o baja
autoestima”, opina Massa.
·
Si el niño se siente triste porque
no tiene amigos. “Hay que analizar porqué
esto es así. A menudo los niños se burlan unos de otros.
El problema esta cuando
uno de ellos es muy tímido o tiene baja autoestima y no encuentra los recursos
para defenderse. Los maestros tienen que estar muy atentos y ayudar a que el
pequeño encuentre esas herramientas dentro de sí para poder afrontar situaciones
que lo inhiben por completo”, aconseja la psicopedagoga.
Cuáles
son los síntomas más evidentes que reflejan la falta de deseos del menor por ir
al colegio:
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Irritabilidad
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Mal humor
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Insomnio
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Pesadillas
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Angustia
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Llanto injustificado