Un estudio británico
reveló, según los datos obtenidos, que las mujeres, tras una relación casual, se sienten incómodas y expresan no haberla pasado tan bien. En la
investigación participaron casi 1800 hombres y mujeres que lo hicieron sin
tener un lazo afectivo.
Según los datos recogidos, ellos ven el episodio como algo divertido mientras
que para ellas, resulta una carga al día siguiente difícil de digerir. El 80 por
ciento de los hombres aseguró haber disfrutado el momento y el 54 por ciento de
las mujeres lo vio como algo positivo, pero sus protagonistas confesaron su
deseo de que ese momento no quedara en la historia sino que comenzara por ser el
principio de algo más duradero.
“i>Aunque la mujer ha cambiado en ciertos aspectos y su liberalidad ha ido transformándose, a muchas de ellas les cuesta asumirlo como un momento
pasajero”, explica la especialista argentina Cecilia Cruz.
Los especialistas analizan estos resultados teniendo en cuenta la afectividad
que las mujeres involucran en sus encuentros. “Muchas de ellas si se
acuestan con un hombre una vez y luego no los ven más se sienten vacías, sucias
y desmoralizadas.
En varias ocasiones esto ocurre cuando depositan en ellos un sentimiento que
aunque sea nuevo es lo suficientemente intenso como para querer volver a
reencontrarse con esa persona.
El miedo de no volver a verlo y la culpa por
estar envuelta en una situación que puede terminar repentinamente, les genera
una ansiedad que les impide disfrutar del momento”, reflexiona la
especialista.
Para que la mujer pueda sentir placer sin culpa debe saber diferenciar su deseo
que tal vez sea el de pasar un agradable momento y nada más y el prejuicio
existente que es tan complejo de eliminar. “Hay muchas mujeres que sufren
demasiado a la hora de un encuentro íntimo porque asocian lo decente con el
matrimonio y la reproducción.
La obsesión por no estar haciendo las cosas bien las lleva a sentir una culpa
que se ve reflejada luego de que sucede. No pueden cargar con tanta
enseñanza que han recibido y se dan cuenta de que no les sirva para ser felices
cuando es demasiado tarde”, opina Cruz.
Hay que tener en cuenta que una mujer puede tener un encuentro fortuito,
reiterarlo en varias oportunidades o no volver a pasar por la experiencia.
“La
mala educación y las experiencias negativas influyen para que una mujer
se decida de manera constante por relaciones de este tipo. Hay que saber
diferenciar si se trata de una patología que hay que tratar o solamente se puede
considerar un desliz de una noche”, manifiesta la profesional.
La mala cultura
asocia las relaciones con pecado y el placer con la culpa. “Aceptar la propia
corporalidad, rechazar códigos morales preestablecidos falsos, asumir el propio
cuerpo y conocerlo son alguna de las cosas que se deben tener en cuenta para
comenzar un autoconocimiento y dejar de sufrir innecesariamente”, recomienda
Cruz.
Consejos útiles
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Antes
de decidir pasar una noche casual con algún desconocido, reflexionar al respecto
y profundizar si provocará daño no volver a saber de esa persona. Si algún
sentimiento afectivo se interpone es porque en realidad las relaciones
ocasionales no son lo que verdaderamente se está buscando y es mejor evitarlas.
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Tener
en claro los mandatos culturales que se han recibido y saber si se está de
acuerdo con ellos. Las represiones sólo contribuyen a empeorar el sentimiento de
culpa y vergüenza.
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Si es la única manera de relacionarse afectivamente, es aconsejable
consultar con un especialista para ver qué es lo que puede estar ocurriendo.