Los celos no son más que inseguridad
recargada. Tú te encuentras en tu zona cómoda, o zona de confort. Allí dentro
conviven personas, momentos, etc. Incluida tu pareja. Cuando algún factor
externo, llega a afectar esa burbuja estable y comienza a generar cambios que
incomodan a tu mente.
La mente humana está constantemente
enfocada a lo negativo. Cuando esto sucede, la primera reacción es reclamar a tu
pareja.
A las personas por defecto nos gusta
comprar, siempre y cuando decidamos por nosotros mismos. Cuando queremos
imponerle algo a alguien, por naturaleza humana, haremos lo contrario. Si tú
quieres que la persona vuelva a comprar, debes ser atractivo, convencerla.
El tercer paso, es aceptar que nada en
tu zona cómoda es tuyo, ni siquiera tu pareja. Puedes lograr que compre,
generando que quiera estar contigo, no que sea tuyo.
Para lograr, debes empezar a tomar el
control. El primer paso para hacer esto, es dejar de hacerte la víctima. Nadie
está en la vida para arruinarte la tuya. Recuerda, la seguridad es atractiva.