Repetir una y otra vez los mismos
errores, tropezar dos veces con la misma piedra o no aprender las lecciones que
ya se han vivido y han dejado huella son algunas de las equivocaciones en las
que se suele caer y a veces en más de una ocasión.
“Hay personalidades que son problemáticas, obsesivas, adictivas y resulta muy
difícil tener la mente clara para poder tomar decisiones sanas”, comenta el
psicólogo español Rafael Cabiol.
Hay que ser lo suficientemente
objetiva y no recurrir al autoengaño. “Es muy sencillo: si en la relación no se
la ha pasado bien, es mejor dar vuelta de página y no arriesgarse a cometer
nuevamente un mismo error y con la misma persona.
A veces segundas oportunidades resultan, pero cuando hay situaciones patológicas
de por medio es casi imposible sanear la relación.
Hay que ver en primera instancia los motivos que han llevado a la ruptura y
analizarlos muy bien”, reflexiona el especialista.
Consejos para no caer nuevamente en
la trampa de una relación conflictiva:
· La
autocrítica es
importante. Asumir los propios errores es el primer paso para entender las
falencias en las que se ha incurrido.
· Si en más de una
ocasión se ha perdonado por creer en la palabra de otro y se ha reincidido en
una relación tormentosa no se debe dar otra oportunidad ya que el trato será
enfermizo y basado en engaños constantes.
· El
resentimiento
y las
constantes discusiones son los dos factores que tienden a surgir en relaciones
que ya han intentado remontarla en más de una ocasión. Es más dañino mantener
una pareja basada en estos sentimientos a perderla definitivamente.
· Hay que comprender que
ciertas personalidades son incompatibles. Por más esfuerzos que se hagan a veces
no se puede unir el agua y el aceite.
· El idealizar al otro
miembro de la relación es un defecto en el que se suele caer con bastante
asiduidad. La pareja tiene fallas, defectos y contradicciones. Cuanto antes se
conozcan, más probabilidades se tendrán de salvar la relación.
· Hay quienes deciden
continuar con una relación perjudicial para no sentirse solas.
Consciente o inconscientemente quienes no toleran estar solos muchas veces se
ven expuestos a caer en este vicio que más que oportunidades positivas lo que
consiguen es hundirse cada vez más.
· Los extremos no son
recomendables. “Nadie se muere porque la pareja decide romper, ni se termina
la vida, ni nadie es indispensable como el aire que se respira.
Hay que dejar de lado el autoritarismo y los mecanismos de sabotaje y afrontar
con coraje la propia vida”, sostiene el profesional.
· Llevar un diario
íntimo en el que se redacten las emociones día a día y se puedan observar los
avances o los impedimentos.
· La terapia es un buen
recurso cuando se está ante la disyuntiva de volver o no con una ex pareja.
“Aunque la decisión la tiene uno mismo, siempre es interesante poder ver la
relación desde afuera y nada mejor que una persona especializada en conflictos
de pareja para que pueda echar luz y aclarar posibles confusiones”,
reflexiona Cabiol
· Sea cual sea el camino
tomado hay que pensar muy bien. De nada sirve ser impulsiva. Hay que meditar muy
bien sobre lo que se va a hacer y el modo en el que se ejecutará dicha decisión.
Un vínculo afectivo es complejo de
cortar, pero cuando la propia estabilidad emocional es la que está en juego hay
que ser lo suficientemente valiente para enfrentarse a uno mismo y decidir con
madurez y coherencia sobre cuál es la mejor manera de actuar.
“Es conveniente sufrir un poco al principio, pero tener la opción de llevar
adelante una vida futura plena”, aconseja el psicólogo.
Natalia Fernández, autora del
libro “Recuperar
Mi Matrimonio”, te ofrece consejos y herramientas para ayudar a las parejas
en el desarrollo de
una buena
comunicación y la resolución de los conflictos que muchas veces llevan a la
separación. Encuéntralo haciendo
clic aquí
