Técnicas de manipulación femenina
Ya no es un
secreto, y hasta la TV lo muestra día a día: las mujeres no juegan limpio,
especialmente cuando quieren algo y tú te encuentras entre ellas y sus
objetivos. Los trucos de la manipulación femenina son legendarios, y no hay nada
que indique que estén próximos a dejar de existir —lo que significa que existen
grandes probabilidades de que debas enfrentarte a alguna de las artimañas de tu
media naranja en algún momento—.
Si tienes dudas, basta con un ejemplo: el segmento Mentes Peligrosas, del canal
de cable Sony, en el que se enseñan los mejores trucos para que hagas... lo que
ellas desean.
Ya sea que ella se encuentre buscando perdón o un favor, puedes apostar a que
ella intentará cada truco de su repertorio para llegar a conseguirlo. Aunque no
puedes hacer nada para que ella deje de jugar sucio, si puedes aprender a
identificar sus trucos e incluso puedes tomar los recaudos para que éstos no
produzcan sus efectos sobre ti.
A continuación, conoce los trucos que ellas no quieren que conozcas, y aprende
la forma de escapar sin un rasguño a las trampas de la manipulación femenina.
Lagrimas
Todas las mujeres lo saben: la forma más efectiva y sencilla de hacer sentir
incómodo a un hombre es llorar. Todos hemos visto a esos hombres que ceden
automáticamente a las peticiones más ilógicas sólo por hacer que sus lágrimas se
detengan. Las mujeres aprenden este truco de manipulación desde temprana edad
—¿o no es cierto que los padres otorgan regalos a sus hijas lloronas y las
maestras de escuela perdonan las malas conductas ante la contundencia de esas
lágrimas y esos ojos tristes?—. Lo cierto es que la mayoría de las mujeres
tienen perfectamente estudiados sus pucheros y sus ojos desconsolados, de modo
que se hace muy difícil señalar una demostración verdadera.
Fórmula de inmunidad: cuando estés frente a una mujer que llora frente a una
situación que no presenta un verdadero escenario traumático, posiblemente lo
mejor sea alejarte —sobre todo si tienes duda de su sinceridad—. No puedes
pactar con lágrimas, así que evítalas por completo.
Premios y sobornos
Cualquier mujer con la que te involucres tendrá una buena idea de qué botones
accionan tus apetitos y tus intereses. Ellas saben conoces sus trucos de
manipulación: cuando ella quiere algo ella sabrá exactamente cómo incitarte a
proporcionárselo. Ella puede venir a ti prometiéndote los tickets para ese
concierto del que has estado hablando, o traer ese artículo de lujo que tenías
en vista, o recurrir a la popular e infalible oferta sexual —un poco de mayor
atención oral, alguna ropa más atrevida, o acceder a algún acto prohibido—.
Mientras que los hombres son acusados de prometer el mundo con tal de llevar a
la cama a una mujer, las mujeres son bien conocidas por prometer el mundo por
todo el resto de las cosas.
Fórmula de inmunidad: el mejor plan de ataque es sacudir el tablero y dar por
tierra con su capacidad de asediarte con promesas y recompensas a cambio de tu
complacencia. Si ella usa el sexo como un soborno, intenta disminuir tus
intentos de llevar a la cama, terminando así con esta forma de manipulación.
¿Ella se pierde en las promesas de grandes regalos? Termina con las cenas
costosas y dile que estás ahorrando para algo que quieres —algo que es para ti—;
ella pronto terminará con esta actitud cuando vea que no debe excederse en
gastos innecesarios —espacialmente cuando has decidido recortar gastos y esto
afecta la cantidad de dinero que gastabas en ella—.
Adulación
El ego es una cosa verdaderamente fascinante; algo que suele estar consciente
únicamente de su propio ser y que, con frecuencia, responde en forma positiva a
adulaciones y recompensas genéricas. Una mujer en busca de su cometido
—adulándote en cuanto a tu look, a tus cualidades de amante, a tu trabajo, o a
lo que sea— sin dudas obtendrá lo que quiera de ti si estás de buen humor, y, en
una de esas, incluso un poco más de indulgencia o atención que de costumbre.
¿Cuál es su recompensa entonces? Dado que te sientes apreciado y respetado, ella
se imagina que estarás más abierto a sus solicitudes y demandas.
Fórmula de inmunidad: es difícil no querer creer en la adulación, pero presta
atención a los patrones: si no recibes cumplidos por semanas y de pronto eres
sepultado por una pila de halagos, ella podría estar a punto de pedirte algo. Es
tiempo de ignorar lo que ella dice y, en cambio, comenzar a juzgarla por sus
acciones. Si ella es una aduladora constante y tú estás al tanto de su juego,
intenta mostrarte de acuerdo con ella cuando te halague en lugar de agradecerle
o actuar en forma agradecida. Así, ella disminuirá sus constantes halagos.
La utilización de los amigos
La mujer muy astuta irá directo a la fuente de su búsqueda para dar rienda
suelta a sus trucos de manipulación, el único lugar al que vas por ideas y
apoyo: a tus amigos. En una noche de salida con tus amigos, ella puede sacar
provecho de sus momentos de soledad dejando escapar algunos indicios de lo que
tiene en mente, de las cosas que podrían gustarle, y de las ideas de las cosas
que la harían feliz. El objetivo aquí, desde luego, es simple. Si vas con tus
amigos en los días anteriores a la navidad o su cumpleaños en búsqueda de ideas,
ellos podrían no hacer más que recitar una lista de sus deseos.
Fórmula de inmunidad: puedes rebajarte a su nivel y hacer lo mismo con sus
amigas. En lugar de concentrarte en ideas de regalos, dejarle saber a sus amigas
sobre las discusiones y los desacuerdos que tienen, la volverá verdaderamente
loca. Si sus amigas comienzan a defenderte en las causas, ella perderá sistema
de soporte. De todos modos, ten cuidado en este punto: a veces, esta clase de
manipulación táctica puede llevarte a terrenos pantanosos, así que pisa con
cuidado.
Inducción de celos
Si ella intenta conseguir algo, no dudará en recurrir a los trucos de
manipulación ni en involucrar a otros en éstos. Si ella se muestra
extremadamente coqueta a la hora de hacer compras o acepta tragos de extraños en
el bar, haciéndote ver que los demás la encuentran atractiva y la desean. Desde
luego, ella asume que si sientes el riesgo de que alguien puede robarla de tus
brazos, lo que generaría inseguridad y zozobra en ti. Como resultado de esto,
podrías ponerte a trabajar un poco más duro en la tarea de hacer realidad todos
sus sueños.
Fórmula de inmunidad: no es recomendable intentar hacerle sentir celos como
reprimenda ya que los trastornos podrían ser demasiado grandes. En cambio,
decide ignorar sus intentos; si ella flirtea con alguien delante de tus ojos —de
tus inmutables ojos—, sólo pregúntale después si se ha divertido y evita generar
una escena o reprenderla. Si entras en su juego, ella gana.
Ella parece alejarse
Si ella no se encuentra bien por alguna causa —posiblemente porque no consigue
algo de ti—, podría replegarse y estar más inaccesible a ti, más ocupada, o más
ensimismada que de costumbre. Al alejarse de ti (aunque sea un poco), en tu
mente comenzarán a formularse preguntas acerca de su grado de compromiso hacia
ti (otro de los trucos favoritos de la manipulación femenina). Cuando te sientas
excluido de su vida, comenzarás a temer que ella se vaya, y ella, muy perspicaz
por cierto, sabrá que tú estarás dispuesto a darle la razón en la mayoría de las
cuestiones para solidificar la relación y mostrar tu firme compromiso.
Fórmula de inmunidad: simple y directa es la recomendación del día: pregúntale
si aún desea formar parte de la relación. De esta manera, ella estará forzada a
confesar que su indisponibilidad y su falta de comunicación son artimañas
femeninas y nada tienen que ver con reales problemas de la pareja.
Hacerse la tonta o desamparada
Las mujeres saben que aman jugar el rol del caballero en su brillante armadura
que va al rescate de su mujer amada. Este rol permite que los hombres nos
sintamos proveedores capacitados e incluso héroes. Asimismo, incluso cuando sea
perfectamente capaz de hacer algo por cuenta propia, ella sabrá que jugar a la
tonta o a la desamparada será la señal necesaria para que su caballero venga
corriendo a rescatarla —a darle lo que ella quiere o necesita, en realidad—.
Además, se hace difícil para nosotros enojarnos o sentirnos frustrados cuando
ellas nos dejan sentirnos superiores e indispensables —las dos claves de esta
táctica pasiva-agresiva—.
Fórmula de inmunidad: si bien existen ocasiones en las que ella necesitará
asistencia en forma genuina, convengamos que hay una gran diferencia entre
necesitar asistencia y necesitar un asistente personal durante las 24 horas del
día. Siéntete libre de asistirla sólo cuando sea verdaderamente necesario, y
asegúrate de “ayudarla” en tareas que ella no pueda sacar adelante y no
convertirte en una suerte de cadete que hace lo que ella no tiene ganas de
hacer. Si sientes que ella está abusando de ti, entonces ríete de su incapacidad
de hacer algo. Esto, a la larga, activará su orgullo, y al menos intentará hacer
las cosas por su cuenta antes de recurrir a ti.