9 cosas que una mujer nunca debe decirle a un hombre
Uno de los máximos beneficios del matrimonio es cuando usted se siente tan a gusto con su esposo que puede decirle casi cualquier cosa. Pero si usted no cuida su boca, a veces puede llegar a decir algo que resulte hiriente.
Si bien
usted puede tener ciertas preocupaciones legítimas que expresar o algunas
cuestiones que plantear, hacerlo de una manera extrema puede resultar
perjudicial en el largo plazo, tanto para los sentimientos de su marido como
para su relación.
Hablar amablemente es una habilidad que las parejas tienen que
aprender. Mucha gente se siente disconforme con la vida y con el mundo. Pero
usted no debería sentirse así en su casa.
1. "Sí, llegué" (Cuando no es cierto)
Mentir nunca es una buena idea, sobre todo cuando se trata de la intimidad. La
definición de la intimidad implica dejar que la otra persona vea sus
vulnerabilidades, y eso incluye admitir que su
vida amorosa puede necesitar un
poco de ayuda.
Si pretende estar disfrutando del sexo, usted puede pensar que
está ahorrándole un disgusto a su pareja, pero en realidad está engañándolo, no
siendo honesta.
Y lo más probable es que usted no logre convencerlo: el hecho
mismo de que él le esté preguntando por lo general significa que sospecha que
algo anda mal.
Al abordar el tema, empiece por el lado positivo: Exprese su
aprecio por el hecho de que quiera saber, dígale algo así como: es muy amable de
tu parte, cariño.
Luego, cuando los dos estén vestidos y no en la cama, mencione
algunas cosas que usted disfruta y que le gustaría probar para
mejorar la experiencia en el futuro, teniendo cuidado de no echarle la culpa a
él.
Al hacer hincapié en lo que la excita a usted y lo que pueden hacer en el
futuro, usted podrá evitarle un disgusto a su pareja, sin engañarlo en el
intento.
2. "Sos igual a tu papá”
Esta frase nunca debe ser dicha. Es desagradable y su pareja se sentirá
menospreciada, y le hará sentir que usted esta exhibiendo los peores rasgos de
su familia.
Si está a punto de lanzar una crítica de este tipo, piense lo que ella implica: tal vez su suegro es una de esas personas que nunca lava los platos, y su marido tiene la costumbre de dejar los platos sucios para que usted lo lave.
Usted debería evitar el insulto y pasar directamente a su reclamo, como
por ejemplo: "Cariño, cuando termines tu sándwich, ¿podés poner el plato en la
pileta?" De esa manera, usted podrá lograr su objetivo sin dañar a su pareja.
3. "¿Cuándo vas a encontrar un nuevo trabajo?"
En primer lugar, pregúntese por qué quiere que él encuentre un nuevo empleo. ¿No
le gusta que pase mucho tiempo fuera de casa? ¿Usted cree que él podría o
debería poner más empeño en su carrera?
¿No está trayendo a su casa un sueldo suficiente? Antes de decirle algo que pudiera molestarle, piense cuales son sus propios problemas. Tenga especial cuidado en no criticar su capacidad para mantenerla a usted y a sus hijos.
Una parte importante de cómo un hombre se evalúa a sí mismo es si puede hacerse cargo de su familia o no, por lo que insultarlo en esta área tan sensible puede ser un duro golpe.
Para evitar esto, mantengan conversaciones regulares sobre los puestos de trabajo de ambos, sus ambiciones profesionales y sus preocupaciones presupuestarias.
Si el problema es la cantidad de dinero que el gana, "es una buena oportunidad para hablar sobre su estilo de vida y sobre cómo quiere vivir. El objetivo es evitar que él se ponga a la defensiva.
4. "¡Mi mamá me advirtió que ibas a hacer esto!"
Algo debe haberla enfurecido realmente, porque decir esta frase equivale a
hacerle saber que hay otras personas de su lado. Usted está tratando de validar
el argumento de su lado, como si usted tuviera un ejército que la apoya.
Pero
eso nunca es una buena idea, porque le estará remarcando que usted no está de su
lado, o del lado de su relación.
Si bien usted nunca debería dejar que las
opiniones de otras personas manejen su relación, si hay alguna pizca de verdad
en la preocupación que su madre le expresó, piense en cómo plantearlo.
Tal vez su madre le dijo que es demasiado tacaño. Dígale, "¿por qué a veces te cuesta gastar dinero en algunas cosas que necesitamos? Sin acusarlo, eso podría generar un debate en el que él le explique que sus problemas con el dinero se derivan de su infancia, por ejemplo.
Esto dejará la puerta abierta para encontrar una
solución para el problema. Recuerde, no lo ataque. Cuide su lengua y concéntrese
en lo que le molesta. Al final, llegar a una solución conjunta los hará sentir
mejor que decir palabras hirientes.
5. "Déjalo, lo voy a hacer yo misma"
Esto es perjudicial de dos maneras. En primer lugar, eso afecta la necesidad
elemental de su esposo de sentirse una persona profesional, y capaz de cooperar
en la casa.
En segundo lugar, es simplemente denigrante para cualquier persona normal escuchar que sus esfuerzos son menospreciados. Si usted repite esto demasiado a menudo, su marido podría pensar, "yo no puedo hacer nada bien” o “nada que yo haga la complace".
Es una opción mucho más adecuada evaluar sus probabilidades. Si él está en medio de una tarea y usted piensa que la está haciendo mal, evalúe si realmente importa, teniendo en cuenta que, simplemente porque él lo esté haciendo de manera diferente de cómo lo haría usted, no quiere decir que lo esté haciendo mal.
Claro que si está a punto de lastimarse o de
lastimar a alguien, o de romper algo, usted debería hacérselo saber. Pero si él
simplemente cargo el lavavajillas de una manera que no lo gusta, déjelo que lo
haga a su manera.
6. "Tú siempre... "o "Tú nunca...
"
Estas son dos frases que yo recomiendo nunca decirle a una pareja, porque
tienen un tono negativo instantáneo. Además interrumpen la comunicación y ponen
al otro a la defensiva.
Estas afirmaciones generales pueden hacer que su marido se sienta injustamente atacado, y lo más probable es que él devuelva el ataque nombrando todas las veces que colaboró.
Si existen problemas legítimos que a usted le gustaría plantear (por ejemplo, si él tiende a dejar sus herramientas tiradas en el piso o se olvida de cargarle nafta al auto), evite generalizar y trate de centrarse en el tema que quiere plantear.
Cuando volvés a casa y dejás el tanque vacío, siento como si no te importara la próxima persona que va a manejar el auto, que por lo general soy yo. Luego agregue la frase "¿estarías dispuesto a...?".
Dígale: "¿Estarías dispuesto a llenar el tanque cuando quede menos de un cuarto de tanque?" La mayoría de los hombres están dispuestos a hacer casi cualquier cosa que le haga feliz, todo depende de la forma de pedirlo.
7. "¿Realmente crees que esos pantalones te quedan bien?"
¿Está insinuando que está aumentando de peso? Porque decir esto, no conseguirá
nada en concreto. Usted puede pensar que está transmitiendo el mensaje
sutilmente, sino que está insultando su aspecto sin mostrar ninguna preocupación
genuina por su salud.
Resulta más conveniente empiece diciéndole algo que le guste de su apariencia: "Cuando te ponés esa camisa azul, se resaltan más tus ojos azules.
Luego aborde el tema de su sobrepeso enmarcando el comentario de
manera tal de enfocarlo en su salud, como por ejemplo: "Cariño, ¿qué te parece
si empezamos a caminar un poco más?" Cuando ya haya planteado su punto, usted
podrá hacer otras sugerencias útiles.
8. "Uh, ¿otra vez vamos a salir con él?
No hay nada malo en que su pareja tenga un amigo cuya compañía usted no
disfrute, y nadie dice que las parejas estén obligadas a querer a los amigos de
los demás, especialmente si se trata de un excompañero de secundario que se
comporta como si todavía no hubiesen egresado.
Lo que está mal es insultar la elección de amigos de su pareja. Su desdén también podría sugerir que usted preferiría elegir a sus amigos, y nadie quiere que le digan qué amigos debe tener.
Una mejor opción: "Oh, cariño, ya sabes que no me gusta hacer siempre las mismas cosas que vos y Jorge, así que ¿por qué no organizan una salida de hombres solos?.
Recuerde que no hay ninguna regla que diga que tienen que hacer
todo juntos, sino que en realidad podría ser positivo pasar un tiempo cada uno
con su amigo.
(Y tenga en cuenta esto: si un amigo de su esposo es realmente
desagradable, es mucho más probable que su marido lo note por su cuenta con el
tiempo, que si usted lo critica constantemente).
9. "Por favor, cuida a los niños. Pero no haga esto, no los lleves acá y no te
olvides que... "
Esto es un clásico de las mamás nerviosas: cuando están ansiosas, les resulta difícil dejar el cuidado de los niños a cargo de su pareja (pese a que les encantaría tener más ayuda).
Es una actitud que puede convertirse en un hábito, y puede generar algunos sentimientos muy poco saludables: es posible que se sienta resentida porque no recibe ayuda, pero no siempre permite que los demás la ayuden.
Al fin y al cabo, ninguna persona se va a sentir inspirada para ser un mejor padre si sus esfuerzos son desestimados. Si él siempre siente que está equivocado, él se va a desconectar emocionalmente.
Así que deje
que papá sea realmente papá. Confíe en que él sabe tan bien como usted cómo
mantener limpio, seguro y alimentado a un niño, incluso aunque su método para
realizar esas tareas es ligeramente diferente al suyo.
Natalia Fernández, autora del
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