Es una de las situaciones que más angustian. Al
conocer a alguien,
muchas expectativas se ponen en juego. Las ilusiones se mezclan con la realidad
y en varias ocasiones esta confusión puede ser una de las experiencias más
dolorosas para ellas.
“Cuando
el primer encuentro ocurre, ambos ponen muchas expectativas antes de conocerse.
Es posible que al conocerse los dos sientan y pretendan lo mismo de una relación
y sean sinceros al respecto, pero en otras ocasiones, uno de los dos no se
siente seguro del sentimiento que se está atravesando o está tan seguro de que
lo que ve no es lo que quiere y no sabe de qué modo salir de esa situación para
no lastimar al otro o porque también hay que reconocer que hay muchos hombres y
mujeres que les gusta crear interés para luego desaparecer.
Lo primero que se le ocurre a esta clase de persona es continuar con la
situación a ver dónde es que lleva y muchas veces no se da cuenta que está
creando ilusiones que se quedarán simplemente en eso”, comenta la socióloga
argentina Martina Campos.
Estas situaciones de incertidumbre se pueden aclarar. “Todas las mujeres
hemos pasado por una situación similar cuando
conocemos a alguien.
Cuando nos dicen te llamo, ya sabemos que es muy probable que no lo hagan, y por
miedo o vergüenza o por tener poca confianza con la persona que acabamos de
conocer, no le preguntamos ni le pedimos que sea sincero.
En el momento hay que actuar y hablar con sinceridad. La comunicación es la
base de todo y es lo único que puede evitar una angustia posterior y malos
entendidos que pueden evitarse”, confiesa la especialista.
Consejos para no desesperar cuando no te llama por teléfono
-
La angustia y la ansiedad son los peores aliados en estas situaciones. Hay que
intentar distraer la cabeza realizando actividades que resulten placenteras que
provoquen distracción y que impidan quedarse en casa mirando el teléfono.
-
No importa quién da el primer paso. Hay que dejar el orgullo de lado, si la
necesidad de aclarar la situación es muy grande. Lo mejor es ser sincera y
llamarlo, sin inventar excusas o pretextos.
-
Si encuentra evasivas y no quiere que se produzca un encuentro, hay que cortar
por lo sano y no obsesionarse con alguien que no está interesado.
-
Si él ha dicho que llamaba y no lo hace, lo mejor es olvidarse de la persona.
Organizar salidas con amigos, visitar familiares o planear alguna actividad que
mantenga la cabeza ocupada para no atarse al teléfono.
-
Para evitar la imposible
llamada, lo mejor
es en el primer encuentro aclarar qué siente cada uno y qué espera de la
relación. Hay que saber si ésta seguirá adelante para no esperar lo que luego
nunca llegará.