¿Ser padres o ser pareja?
Es fácil
para los padres actuales ser absorbidos por las vidas de sus hijos. Desde el
primer minuto que llegan a casa, desde que les ponemos sus primeros pañales, y
desde que les damos su primera mamadera, comenzamos a dar lo mejor de nosotros
para satisfacer las necesidades y demandas de nuestros hijos.
Si bien es nuestra
obligación ser padres atentos y comprometidos, es cierto que muchas veces nos
olvidamos de nuestra relación de pareja, y si esto ocurre, no habrá amor o
devoción por los niños capaz de salvarla.
Desde luego, no es fácil mantener un equilibrio saludable entre pensar en nosotros como pareja y como padres. ¿Cómo hacer para conseguir ese balance adecuado y sentir que estamos haciendo un buen trabajo como padres sin perder de vista a esa persona con quien alguna vez decidiste formar una familia?
Hazte tiempo
Más allá de la cantidad de chicos, de las demandas, y de la satisfacción que obtengamos de ellos, siempre debemos hacer tiempo para nuestra pareja. No siempre es fácil, pero es bueno no perder tiempo pensando si merecemos o no darnos ese tiempo como pareja. Lo merecemos. Lo necesitamos. Y punto.
Supongamos el siguiente escenario. Una noche de viernes, en verano, y has estado
con los chicos toda la semana. Estás cansada y tus reservas de energías están
vacías. Los chicos tienen una competencia de natación y te encuentras con tu
pareja en el club para ver la carrera.
Cuando él llega de la oficina,
intercambian miradas y se dicen con los ojos que necesitan un tiempo para ambos.
Al final de la competencia, llevan a los chicos a comer algo a un restaurante de
comidas rápidas —algo que no hacen todos los días— y luego van para casa.
Una
vez que los chicos se han bañado, se han puesto los pijamas y han ido a la cama,
se encaminan hacia la puerta y parten, dejando a los chicos mayores como
niñeros. No hay necesidad de deliberar acerca del estado de los chicos —están
seguros y bien cuidados por sus hermanos mayores—.
Ambos saben de la importancia
de esta noche, de la relevancia de tener un tiempo para ustedes. Esa noche,
tuvieron una cena a la luz de las velas en un restaurante de categoría y después
de fueron a caminar de la mano por la zona del nuevo puerto.
El mejor
regalo que puedes darles a tus hijos es tener una hermosa relación amorosa con
tu esposo. Cuando los chicos ven a sus padres guardar tiempo para sí mismos,
entienden el compromiso existente entre ambos y aprecian la buena relación que
tienen.
Asimismo, con sólo observar, comprenden que sus padres se aman. En torno
a este amor de los padres, los niños se sienten seguros, lo que les permite
crecer sin preocupaciones y, en consecuencia, más sanos.
Por otra parte, cuando los chicos siempre son puestos en primer lugar o cuando experimentan rencor, agresiones constantes, violencia verbal, o falta de confianza entre sus padres, entonces verán cuestionadas las bases mismas de sus cimientos. Tal falta de seguridad desencadenará caos e inseguridad interiores —dos obstáculos para crecer saludables en autoestima y confianza—.
Muestra tu amor
Por el bien de ustedes y de sus chicos, es importante poner energía, primariamente, en la relación amorosa. Muestra tu amor por él delante de tus hijos. Asimismo, tómate tu tiempo para estar a solas con tu marido. Tus chicos no podrían tener un regalo más bonito que saber que sus padres se aman y respetan, y disfrutan enormemente de la compañía mutua.
Esto
también significa que debes guardar algo de atención para tu marido al final del
día. Cuando él llega a casa por las noches, ten la cena en la mesa con un lindo
mantel, y ofrécele un vaso grande de agua con limón y, de tanto en tanto, un
delicioso aperitivo.
Algo bueno que puedes hacer es salir a la puerta a
esperarlo, y mirarlo impaciente mientras desciende del auto. Dale un buen beso y
un abrazo cuando llegue a ti. Cuando él arribe a casa, y no te vea esperándolo
en la puerta, se verá invadido por un estado de ansiedad positiva.
Tómate un tiempo para reconectarte
Incluso cuando te sientas desfallecer al final del día, podrás recobrar energías al reconectarte con tu marido. Mirarse a los ojos por un instante y regalarse una sonrisa podrá ser suficiente para que ambos se sientan mejor.
Considera estas formas de reconectarte con tu pareja:
· Planifica una noche para dos. Esto implica dejar para ambos un día del calendario, contratar una babysitter, y hacer una reservación si es necesario.
· Envía a los chicos a lo de sus abuelos, a lo de unos amigos, o a lo de sus primos. Así, podrán tener una noche de dos en casa.
· Habla con tus chicos acerca de la importancia de que sus padres pasen tiempo a solas. Explícales que esto no quiere decir que ellos sean menos importantes, sino que para que la familia esté bien, es necesario que los padres tengan una relación buena y sólida.
· Contrata una babysitter para llevar a los chicos a dar una vuelta o a ver una película al cine, y quédate en casa con tu marido —¡qué lindo es estar solos!—. Cenen sin interrupciones. Tu pareja es un oasis y una fuente de fuerza, así que procura darle la importancia que se merece.