Parejas adictas a salir de noche

¿Qué hacer cuando en la relación amorosa uno de los dos no quiere posponer la vida nocturna por nada del mundo? Consejos para poder mantener un equilibrio y evitar los roces que afecten el vínculo


Nadie dijo que
estar en pareja
fuera fácil, mucho menos si existe convivencia.
“En una relación, hay que admitir las preferencias del otro sin que esto
genere un mal ambiente entre ambos.

El equilibrio y la armonía son dos aspectos claves que hay que respetar. Se
puede hacer lo que se desee siempre y cuando existan límites y se tengan en
cuenta los comentarios de la pareja
”, comenta la socióloga española Virginia
Algoazábal Miró.


Dejar de lado antiguas costumbres no es una conducta que se logra de un momento
a otro. “Los cambios siempre generan un cierto malestar al principio que se
generan hasta que la adaptación se finaliza.

Todos nos vemos afectados en algún momento de la vida cuando intentamos
adaptarnos a una nueva vida. El hecho de tener a alguien en cuenta y que pasa a
formar parte de la propia existencia es un paso muy importante y que no todos
pueden asumir desde el primer instante de convivencia.

De a poco hay que ir entendiendo y aceptando que ya no se está solo y que hay
que tener tiempo para compartir en pareja y para salir con amigos. Hay que poder
combinar varias cosas para complacer y sentirse a gusto siempre. De eso se trata
vivir armónicamente en sociedad
”, explica la profesional.


Qué hacer para que la situación no se vaya de las manos:


El salir de noche es un modo de compartir con otros y sentirse un ser sociable.
“Puede indicar también una posible falta de responsabilidad, compromiso o de
sentirse insatisfecho por algún motivo particular”, opina la especialista.


Lo primero que hay que hacer es “hablar con la pareja para ver realmente qué
es lo que está sucediendo. Establecer por qué sale de modo constante a
divertirse, qué busca y pretende realmente o de qué se está evadiendo.

En muchas oportunidades la persona busca la diversión como una manera de
aislarse o de defenderse de una situación que lo está incomodando
”, explica
Algoazábal Miró. Una vez que se tenga en claro por qué motivo se dedica tanto
tiempo a las salidas nocturnas, se podrá comenzar a buscar una medida que no
perjudique a ninguno de los cónyuges.


Salir de la rutina está muy bien, pero es conveniente también programarse para
estos momentos. “No todo es blanco o negro.

Hay matices que se pueden
contemplar. Salir con la pareja a disfrutar de la noche es una buena forma de
acercarse y vincularse desde otro ambiente lo cual es muy acertado, pero hacer
que la fiesta sea continúa los siete días de la semana a la larga puede traer
problemas en el rendimiento laboral, en el ejercicio de las tareas
imprescindibles y en la relación de pareja.

Es muy importante mantener un equilibrio e incluir al cónyuge en la
diversión, si es que se puede.
”, reflexiona la socióloga.


Si la vida nocturna es exagerada y el reclamo es justo, lo más conveniente es
poder analizar la situación y poder revertirla. “Si la persona es muy activa
y siente la necesidad de mantener una vida social que esté acorde a su
personalidad, una de las maneras de no hacer sentir mal a la pareja es
establecer un día fijo de la semana para salir con los amigos, o con quien sea.

De este modo, nadie estará dejando de lado su naturaleza, sólo adecuando sus
preferencias y adaptándolas a la vida amorosa”
, manifiesta Algoazábal Miró.


La paciencia, la comprensión y sobre todo establecer un equilibrio son los
aspectos fundamentales que si se ponen en movimiento asegurarán el éxito en la
relación.


Si te han dejado, ¡deja de sufrir y haz algo para recuperar el amor! Para ello,
puedes comenzar conociendo las técnicas que encontrarás en el libro “Como
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”