El
envío de fotos, grabaciones o
mensajes eróticos a través de un teléfono se
denomina sexting. Quienes se inclinan por esta tendencia, creen que no existe
ningún riesgo, pero los peligros son evidentes ya que la información enviada
puede ser difundida de modo masivo sin que su dueño tenga control o pueda hacer
nada al respecto.
Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la
Comunicación, (INTECO) de España, un dos por ciento de menores de diez a
dieciséis años practica sexting mientras que un cuatro por ciento recibe esta
información en sus teléfonos móviles.
Entre los adultos, también se ha puesto de moda el envío y recepción de
contenido pornográfico ya que, según una encuesta realizada en Estados Unidos
por la Universidad de Michigan, asegura que un cuarenta y dos por ciento de
adultos entre dieciocho y veinticuatro años declaró haber compartido material de
estas características.
El mayor inconveniente es que “la foto o el video no se pueden borrar tan
fácilmente como se cree ya que esta información puede quedar alojada en un
servidor de cualquier parte del mundo.
No hay que olvidar las copias que pueden conservar millones de usuarios
aunque el dato inicial se haya eliminado”, explica el experto español en nuevas
tecnologías”, Federico Alemany Salvador.
Quienes practican el sexting “deben saber que la trascendencia de las
imágenes sexuales que envían pueden ser devastadoras.
Aunque muchos intercambian imágenes sexuales con su pareja, el amor se acaba
y cuando sobreviene el resentimiento, estas pruebas pueden hacer mucho daño e
incluso llegar a coartar posibles trabajos o perjudicar gravemente los estudios
de los involucrados.
Hay que pensar muy bien qué se hace y cómo se hace. Es cierto que los niños o
adolescentes no tienen la misma capacidad que tiene un adulto de pensar en el
futuro, el rol de los padres es importante.
Hay que estar pendientes y antes de prohibir, hay que reflexionar y explicar
sobre las consecuencias”, sostiene a psicopedagoga española Montse Ríos
Agudil.
Cómo protegerse:
1.- Para que los niños no sean víctimas del sexbulling (acoso mediante el uso
del sexo) debe existir una guía preventiva. La formación es fundamental y si la
escuela no brinda esta necesidad, es la familia quien debe involucrarse para
proteger a los hijos.
2.- Tener y entregar información íntima a terceros sin el consentimiento del
protagonista es un delito que es penado con años de cárcel.
3.- Según estudios, la mayoría de las revelaciones las hacen las parejas
despechadas. Si se está manteniendo un noviazgo o incluso si se está casado, hay
que tener mucho cuidado con este tipo de prácticas que no son para nada seguras.
Por más confianza que se le tenga a la pareja, siempre es más recomendable tener
una actitud preventiva.
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