Muchas personas piensan que nada
le sienta mejor a su piel que el gran bronceado que se puede lograr en el
verano. ¿Pero que sucede cuando las temperaturas comienzan a caer, y el sol
empieza a esconderse? Pues habrá que prestarle mucha mayor atención y cuidado,
o caso contrario se evidenciarán más ciertos signos del envejecimiento.
Por eso, el invierno es también
tiempo de ajustar su rutina de cuidado de la piel. Así como se utilizan todo
tipo de cremas para ayudar a su piel a regular la producción sebácea frente al
calor, ahora será tiempo de guardarlas nuevamente, para ocuparse de combatir
los elementos especialmente perjudiciales del invierno. Sucede que el calor seco
(de la calefacción), el aire frío, el frío del viento, y la falta de humedad,
son todos factores perjudiciales para la piel, y se necesita tratarlos a diario
para mantener la elasticidad de la epidermis.
Una piel bella, no sólo
en verano
Aquí presentamos los consejos
para mantener, de manera simple, la piel bien humectada durante el invierno:
Exfoliantes
suaves, y de forma esporádica
Evite usar de forma seguida, en el
invierno, los limpiadores y exfoliantes intensos, especialmente si tiene piel
seca. Si bien una exfoliación ocasional, es decir una vez a la semana, o dos al
mes, la ayudará a eliminar las células muertas que se encuentran en la piel,
su uso diario es demasiado, incluso para las pieles grasas.
Cremas
hidratantes
Utilice una crema hidratante suave
debajo de los cosméticos que se aplica durante el día, para luego usar una más
fuerte durante la noche, especialmente si tiene piel seca.
Máscaras
faciales ocasionales
Si necesita un pequeño
“retoque” de vez en cuando para que su rostro vuelva a resplandecer, sería
útil que se ponga una máscara facial de forma ocasional. Aproveche para ello
los momentos de calma durante el día (después de acostar a los niños, por
ejemplo), y en 15 o 20 minutos, tendrá una piel más suave y más elástica.
No
se olvide del resto del cuerpo
Ahora que ha logrado un rostro
humectado y más suave, no deberá tampoco permitir que el resto de la piel de
su cuerpo se vuelva un papel de lija. Para mantener la piel que se encuentra
debajo del cuello con una textura sedosa y lisa, debería utilizar limpiadores
suaves y cremas hidratantes.
Si vive en un clima especialmente
seco, o si encuentra que la piel de su cuerpo se vuelve más seca con el correr
de los años, reduzca el número de duchas o baños de inmersión que toma. En
vez de ducharse a diario, por ejemplo, trate de hacerlo cada dos días.
Recuerde que si el nivel sebáceo
de su piel no se regula, necesitará
ayudar a su piel a hacerlo, para conservar la elasticidad de la misma. Para
esto, podría necesitar agregar un poco de aceite de bebé, poniéndolo
directamente en su baño de inmersión, o en su cuerpo después de la ducha.
En suma…
Así como debe reacomodar su
casa, coche, y guardarropa para los tiempos más fríos, de la misma forma, debe
acondicionar su piel para el invierno. Tomarse un tiempo para ajustar su rutina
de cuidado de la piel no solo la hará verse y sentirse mejor durante esa estación,
sino que además la ayudará a establecer buenas pautas de cuidado de la piel,
que preservarán su belleza los años por venir.